Portada del Manual de Artesanía del proyecto «Jo arao. ¡Kokotuka orikuare!», elaborado junto a comunidades warao del Delta del Orinoco para fortalecer medios de vida basados en saberes tradicionales. Fuente: Fundación Tierra Viva (2025)
Por Pablo Kaplún Hirsz
Desde los Andes hasta el Delta del Orinoco, iniciativas comunitarias conectan agricultura sostenible, saberes ancestrales y cooperación internacional.
En un país donde el territorio suele aparecer en los titulares como problema —crisis, abandono, extractivismo, dos organizaciones venezolanas están proponiendo una lectura distinta: la del territorio como posibilidad. No es casual que ambas incluyan la palabra Viva en su nombre. Geografía Viva y Fundación Tierra Viva trabajan en contextos distintos, pero comparten una misma convicción: ni la geografía ni la tierra son conceptos abstractos si se ponen al servicio de la vida comunitaria.

Formar en el territorio: agricultura sostenible en Mérida
Productores del proyecto Huertas y Mesas del Río Santo Domingo participan en un taller de Manejo Integrado de Cultivos, desarrollado en el estado Mérida con acompañamiento técnico del INSAI y la ONG Geografía Viva. Fuente: Comunicación Continua / Geografía Viva.
En el eje andino venezolano, productores del proyecto Huertas y Mesas del Río Santo Domingo participaron recientemente en un taller de Manejo Integrado de Cultivos, una experiencia formativa impulsada por Geografía Viva junto al Instituto Nacional de Salud Agrícola Integral (INSAI).
Durante dos jornadas, agricultores locales combinaron contenidos teóricos con prácticas de campo orientadas a mejorar la producción de alimentos, reducir el impacto ambiental y fortalecer la seguridad alimentaria. Más allá de la capacitación técnica, el taller puso el acento en el acompañamiento territorial: diagnóstico de parcelas, asesoría directa y adaptación de los conocimientos a las condiciones reales del entorno.
La iniciativa forma parte de un proyecto respaldado por el Programa de Pequeñas Donaciones del Fondo Mundial para el Medio Ambiente, con apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y se inscribe en una lógica de desarrollo local que busca que la geografía —el lugar concreto donde se vive y se cultiva— sea una aliada, no un obstáculo.
Cuidar la tierra: manuales para fortalecer los medios de vida warao
A cientos de kilómetros de allí, en el Delta del Orinoco, Fundación Tierra Viva trabaja desde otro punto del mapa y desde otro tipo de saber. En comunidades del pueblo warao del municipio Pedernales, la organización presentó una serie de manuales de fortalecimiento de medios de vida, elaborados de manera participativa y con profundo respeto por la cultura indígena.
Bajo el título “Jo arao. ¡Kokotuka orikuare!”, los cuadernos abordan tres áreas centrales para la vida comunitaria: artesanía, agricultura y pesca. No se trata de guías técnicas importadas, sino de materiales construidos junto a las propias comunidades, que recogen prácticas ancestrales, las sistematizan y las proyectan hacia el futuro.
El proyecto cuenta con el apoyo de la Asociación Primera Urgencia y el Centro de Estudios de Derechos Sexuales y Reproductivos, así como con la cofinanciación de la Unión Europea, lo que refuerza su dimensión de cooperación internacional y su potencial como experiencia replicable en otros contextos.
Un mismo hilo: territorio, saber y sostenibilidad
Aunque sus acciones se desarrollan en escenarios muy distintos —los Andes agrícolas y el Delta fluvial—, Geografía Viva y Tierra Viva comparten un hilo común: poner el conocimiento al servicio de quienes habitan el territorio. En un caso, mediante formación técnica y acompañamiento productivo; en el otro, mediante la valorización de saberes indígenas y economías tradicionales.
Para el público venezolano, estas experiencias muestran que es posible construir alternativas desde lo local, incluso en contextos adversos. Para el público español, especialmente vinculado a la cooperación, el desarrollo rural o la sostenibilidad, ofrecen ejemplos concretos de cómo el territorio y la tierra pueden convertirse en espacios de innovación social, lejos de soluciones estandarizadas.

Geografía y tierra. Mapa y suelo. Formación y memoria. Cuando están vivas, dejan de ser palabras y se convierten en futuro.
Portada del Manual de Agricultura del proyecto «Jo arao. ¡Kokotuka orikuare!», una guía comunitaria que promueve prácticas agrícolas sostenibles y el cuidado del suelo en comunidades warao del municipio Pedernales. Fuente: Fundación Tierra Viva (2025)
Conexiones entre iniciativas: innovación social y sostenibilidad
Aunque Geografía Viva y Tierra Viva operan en contextos distintos —una centrada en capacitación técnica agrícola, la otra en fortalecimiento comunitario tradicional—, ambas organizaciones comparten una visión de desarrollo sustentable, participación social y empoderamiento local.
Para audiencias venezolanas, estas acciones refuerzan la urgencia de soluciones horizontales que respondan a desafíos productivos y culturales. Para el público español interesado en cooperación y sostenibilidad, estas iniciativas representan modelos replicables de intervención comunitaria y producción de conocimiento que vinculan ciencias agrarias, derechos culturales y resiliencia económica.
Fuentes: 1.- Geografía Viva (www.geografiaviva-venezuela.blogspot.com) y Comunicación Continua (www.comunicaciocontinua.com) y 2.- Fundación Tierra Viva (https://www.tierraviva.org/jo-arao-kokotuka-orikuare-manuales-de-fortalecimiento-de-medios-de-vida-warao/)
Ambiente: Situación y retos es un espacio de El Nacional coordinado por Pablo Kaplún Hirsz, Web: www.movimientoser.wordpress.com


