Despoblar para repoblar

Pablo Kaplun Hirsz (1)

Según datos de la ONU muy probablemente Venezuela sea el país que se despuebla más rápidamente en el mundo hoy en día. Los venezolanos no salimos del país con la intención de batir ese récord, pero en eso andamos. Menos intención ex profeso tenemos los migrantes de resolverle los problemas de despoblación a otra nación, pero en cambio es enorme – más allá del inmenso duelo interno que todo exiliado vive- la necesidad que tenemos de integrarnos al país de acogida. Para tal fin, suele sacarse a relucir lo mejor de cada persona.

Pues bien, metidos en ese esfuerzo de integración, hay unos cuantos venezolanos que se han planteado el reto de intentar repoblar una de las campiñas menos densamente pobladas de toda Europa, con densidades, en algunas comarcas, inferiores a las de Siberia: tal es el caso de la ruralidad española. Podemos mencionar entre otros ejemplos posibles el pueblo de Pareja en la provincia de Guadalajara en plena meseta castellana. Allí, el alcalde local, una ONG creada en 2020 y 14 venezolanos pactaron un acuerdo en que los últimos lograban vivienda y estabilidad a cambio de aportar niños a la escuela del lugar que estaba a punto de cerrar sus puertas por falta de alumnado. La institución escolar es, en estos pueblos, la marca de la diferencia entre existir con futuro o resignarse a languidecer de mengua. Antes del nuevo paradero, los migrantes en Madrid “se hacinaron en pisos impagables, peregrinaron por centros de acogida y malvivieron repartiendo comida en bicicleta”.

Como decimos, este no es el único caso posible de citar. También, sin pretender ser la única solución posible para pueblos de la provincia de Burgos – otra de las provincias sometidas por la despoblación, en este caso en la Comunidad Autónoma de Castilla y León- sin creerse ni remotamente “el último refresco del desierto”, otro grupo de venezolanos intenta hoy aportar al combate de este flagelo con una óptica muy distinta. Se trata de repoblar también, pero en este caso, se procura a la vez de una estrategia por insertarse como profesionales en el duro mercado español. Eso no es nada fácil aquí: los títulos del país de origen no surten valor a menos que sean homologados, trámite que en algunos casos es sumamente difícil de lograr. Algunas estimaciones ubican en más de 60.000 los titulados de nuestro país residentes en España, de ellos sólo algunas decenas están logrando vivir de su profesión.

Lerma. Comarca de Arlanza. Burgos (2)

El planteamiento del grupo del que venimos hablando tiene de novedoso que son profesionales dispuestos a correr un riesgo. En España hoy se cuenta con fondos que van llegando de la Unión Europea para combatir los efectos de exclusión social que generó la pandemia y la despoblación. Pero pareciera que en el caso de los municipios rurales las autoridades locales no cuentan con personal calificado para elaborar proyectos y lo más probable es que se queden programas de financiamiento sin ejecutar.  El riesgo que están dispuestos a correr los profesionales venezolanos es el de elaborar los proyectos en cuestión sin cobrar sino sólo si los mismos logran ser aprobados y desempeñarse así en las plazas laborales que eventualmente se creen.

Los profesionales citados apuestan a ideas que si no pueden ser calificadas de novedosas al menos merecen el título de “actualizadas”. Veamos un ejemplo: la EA es la Educación Ambiental y la EDS es la Educación para el Desarrollo Sostenible.

Se concibe como posible mitigación o solución parcial al reto demográfico de procurar lograr un equilibrio en la pirámide demográfica en una comarca de Burgos, establecer en este territorio familias de inmigrantes jóvenes con hijos. Para tal fin, dichos inmigrantes deben ser acompañados en su proceso de instalación con proyectos de educación intercultural, debiendo ser dichas personas formadas en TIC (3) y para tal fin dichas TIC deben ser un instrumento fundamental, no sólo como objeto de conocimiento de los nuevos pobladores sino también como recurso a utilizar en el propio proceso de adaptación intercultural.

Un ejemplo concreto en este sentido es valerse de Sistemas de Información Geográfica (preferiblemente basados en software libre) para facilitar el conocimiento de los nuevos territorios a las familias recién llegadas. Dicho instrumento permite familiarizar a los nuevos pobladores desde una perspectiva tanto global como local y, simultáneamente, ponerlos al tanto de la problemática socio-ambiental (siendo de especial interés aquellos relacionados con la crisis climática) existente en la zona y evaluar participativamente cómo pueden estos pobladores contribuir con sus actividades a mitigar estos problemas. Vale decir que el conocimiento de SIG (adaptado al nivel que se considere conveniente según un diagnóstico previo imprescindible de la población destinataria) pueden servir de mucho para los propios habitantes tradicionales del área.

La EDS (especialmente desde la Declaración de Berlín de 2021) es todo un modelo para la acción en este sentido, ya que vela especialmente por la aplicación del enfoque de género y de los más contemporáneos avances en materia de derechos humanos). Especial énfasis en este sentido quiere dar el equipo profesional que estamos citando a la gestión participativa del Patrimonio Cultural, el cual, además de ser un elemento vital identitario capaz de vertebrar tanto a la población originaria como a la que llega, puede resultar también una fuente de generación de empleo dentro de procesos de diversificación de la economía local.

Un proyecto de este tipo es calificable como un proyecto I+D+I (Investigación + Desarrollo + Innovación) y debe contemplar a la EA y la EDS como una de sus herramientas fundamentales, dado que fijar población en ámbitos en los cuales tradicionalmente se expulsa, supone un gran esfuerzo contracorriente. Si bien es claro que el relativo poco éxito obtenido hasta el momento en la materia por parte de la Administración española al no lograr frenar la despoblación, no obedece a la falta de iniciativas de muy diverso tipo; los profesionales venezolanos en cuestión se preguntan si, en materia de educación para la sostenibilidad, se ha hecho lo suficiente. La Unesco (4) sostiene que existen competencias clave que los ciudadanos necesitan para vivir responsablemente en un mundo sostenible y que las mismas no se pueden enseñar, si no que se adquieren durante la experiencia y la reflexión: no basta entonces haber incorporado de manera transversal en el sistema educativo convencional a la EA, si es que se ha tenido éxito en ese punto; hay que lograrlo también en el ámbito de lo informal, ya que gran parte de la población rural no logra sino niveles bajos de escolarización. La EDS ayuda al individuo a tomar decisiones respecto a su vida mucho más conscientes y le facilita desarrollar habilidades de emprendimiento mejor contextualizadas a las expectativas que se espera de un ciudadano (a) de la Unión Europea.

Los venezolanos en cuestión funcionan organizados mediante la Comisión Académica España (CAE) de la Academia Nacional de Ingeniería y Hábitat (ANIH) de Venezuela, una suerte de embajada de la referida academia venezolana. Según ruego del propio Presidente del cuerpo colegiado venezolano, ingeniero Eduardo Buroz, la CAE debe bregar porque los profesionales venezolanos generen riqueza para España, solo así, con generosidad, podrán reclamar remuneración para ellos: toda una filosofía y apuesta de vida.

El equipo de profesionales CAE busca otorgar a la variable educación un papel muy relevante dentro de sus propuestas y procuran particularmente que, con formación profesional, se reconozca la experiencia de los pobladores validando dicha experiencia con certificados de profesionalidad expedidos por el oficial Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) De esta manera, los habitantes -originarios y migrantes- pueden verse atraídos a reciclarse de modo de lograr empleabilidad en territorios en los cuales la tasa de desempleo actual es dramáticamente elevada, pero puede ser paliada con los proyectos a impulsar con los ya citados fondos de la Unión Europea.

(1)  https://movimientoser.wordpress.com/ , email: movimientoser@gmail.com

(2) https://es.wikipedia.org/wiki/Lerma_(Espa%C3%B1a)#/media/Archivo:Lerma_VistaA%C3%A9rea1.jpg

(3) TIC: Tecnologías de Información y Comunicación

(4) Unesco (2017) Educación para los Objetivos de Desarrollo Sostenible: objetivos de aprendizaje. ISBN 978-92-3-300070-4. https://unesdoc.unesco.org/ark:/48223/pf0000252423

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