El mundo debe dejar de dar por sentados sus vitales vías fluviales. Con la IA y la cooperación público-privada, las organizaciones pueden garantizar el uso empresarial sostenible de este recurso natural vital.


Los océanos del mundo proporcionan el sustento a más de 3 mil millones de personas y cubren más del 70% de la superficie terrestre. Sin embargo, de alguna manera, la humanidad ha dado por sentados estos preciosos recursos, junto con los ríos, lagos y otros cuerpos de agua asociados, sin mencionar las precipitaciones. El abandono se ha prolongado durante tanto tiempo que la salud de estos recursos naturales vitales se ha visto gravemente degradada por la sobreexplotación y los impactos del cambio climático.
Esta mala gestión no puede continuar. Por el bien de la supervivencia del planeta, es hora de comenzar a restaurar los océanos del mundo. Pero también existe un imperativo económico para tomar medidas agresivas para regenerar el medio marino mundial: la sostenibilidad de la propia “Economía Azul”.

Desafíos para la economía azul
La Economía Azul engloba múltiples sectores económicos relacionados con océanos, mares y costas: Alimentos Azules, Energía Azul, Transporte Azul, Carbono Azul y Vida Azul. En conjunto, estas industrias representan 1,5 billones de dólares de la economía mundial anual, según el Banco Mundial , y se espera que proporcionen un valor de 4 a 6 billones de dólares a la economía mundial para 2030.
Debido a la acelerada degradación de los océanos, a las industrias que dependen de la Economía Azul les ha resultado más difícil gestionar sus negocios de forma predecible y rentable. Se necesita una acción rápida y enérgica para garantizar la salud a largo plazo de nuestros océanos y las comunidades que dependen de ellos. Es un desafío demasiado vasto para que una sola entidad pueda abordarlo por sí sola; en cambio, los líderes de los sectores público y privado deben dejar de lado sus diferencias (y utilizar las poderosas herramientas que tienen a mano) para abordar el uso sostenible de las vías fluviales del mundo para generar valor comercial y económico.
De todas las herramientas a su disposición, la inteligencia artificial desempeña un papel fundamental. La IA procesa datos en volúmenes y a velocidades que parecían imposibles hace apenas unos años. Puede proporcionar no sólo informes sino también conocimientos que tienen en cuenta todas las interrelaciones y variables imaginables de este desafío increíblemente complejo e importante (así como algunas que son inimaginables para cualquier mente humana).
Cómo la IA puede ayudar a la Economía Azul
A continuación se muestran algunas formas en que las soluciones basadas en IA pueden abordar la salud de la Economía Azul:
- Monitoreo de ecosistemas marinos. Las tecnologías de inteligencia artificial, como la teledetección, los drones y los robots submarinos, se pueden utilizar para monitorear los ecosistemas marinos y recopilar datos, incluida la temperatura, la acidez, los niveles de oxígeno y la biodiversidad. Estos datos ayudarán a las empresas asociadas con las industrias oceánicas a comprender la salud y la dinámica del ecosistema oceánico, identificar áreas que están en riesgo por el cambio climático y tomar las medidas adecuadas.
- Precisión oceánica y modelos climáticos. La IA puede ayudar a desarrollar modelos oceánicos avanzados de precisión que simulen y predigan los impactos del cambio climático en los océanos y optimicen las rutas marítimas. Estos modelos ayudarán a las empresas a tomar decisiones informadas sobre la mitigación de los impactos del cambio climático y alcanzar sus propios objetivos de sostenibilidad.
- Comida azul. La IA puede ayudar a optimizar las prácticas de piscicultura analizando datos sobre poblaciones de peces, patrones de pesca y condiciones ambientales, reduciendo así la sobrepesca y mejorando la salud general de los peces. Utilizando la IA, las empresas pueden determinar los lugares de pesca y los tipos de artes óptimos, y predecir la cantidad, la calidad y las necesidades nutricionales precisas de las poblaciones de peces. Este análisis preciso reducirá la huella ecológica de las actividades pesqueras y promoverá prácticas pesqueras sostenibles.
- Energía Azul. La IA puede apoyar el desarrollo de fuentes de energía alternativas como la energía eólica marina, mareomotriz y undimotriz. Al analizar datos sobre las corrientes oceánicas, los patrones del viento y las condiciones del fondo marino, la tecnología ayudará a optimizar el diseño, la ubicación y el mantenimiento de los sistemas de energía renovable marinos. Esto conducirá a un uso más eficiente y eficaz de estas fuentes de energía limpia, reduciendo así la dependencia de los combustibles fósiles.
- Transporte azul. El análisis de modelos oceánicos impulsado por inteligencia artificial ayudará a optimizar la planificación de viajes y mejorar las operaciones de transporte marítimo. Los operadores marítimos pueden utilizar la IA para optimizar las rutas de los barcos, reducir el consumo de combustible y minimizar las emisiones. Esto contribuirá a la descarbonización de los océanos, alineándose con los objetivos globales de sostenibilidad y reduciendo el impacto ambiental del transporte marítimo.
La IA también puede mejorar la resiliencia de los transatlánticos al optimizar las operaciones, mejorar la toma de decisiones y minimizar las interrupciones, retrasos y desafíos imprevistos. Por ejemplo, mediante el uso de gemelos digitales y datos en tiempo real sobre los movimientos de los buques, las condiciones climáticas y la congestión portuaria, Cognizant Ocean ayuda a los operadores marítimos a planificar y optimizar las actividades de su cadena de suministro; reducir los costos de inventario; minimizar los retrasos; y promover operaciones logísticas eficientes. Todo esto beneficia tanto a la industria oceánica como a las cadenas de suministro globales.
El imperativo de la economía azul
La clave para mitigar una mayor contaminación del agua será crear visiones generales holísticas de nuestros océanos y ríos que no sólo identifiquen sino que también predigan incidentes de contaminación; esto acelerará el proceso de toma de decisiones, permitiendo intervenir antes de que ocurran accidentes. Al invertir en estas tecnologías, las empresas pueden dar voz a los recursos hídricos del planeta. Aprovechar el poder de los datos y la IA ya no es un buen complemento, sino una necesidad.
Además, la gobernanza de los océanos del mundo debe convertirse en un esfuerzo cooperativo de entidades públicas y privadas. Estas organizaciones necesitan trabajar juntas para unificar requisitos regulatorios fragmentados y garantizar el cumplimiento normativo.
Es evidente que ninguno de estos cambios puede ser realizado por una sola institución u organización; Abordar la Economía Azul requerirá un ecosistema vasto y cooperativo. Las organizaciones asociadas con esta área vital deben embarcarse juntas en este cambio industrial durante las fases de ideación, innovación e implementación.