Crisis económica y el colapso del acervo de capital humano venezolano (Parte I)

Team Anova | Mar 7, 2025 | 

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Introducción

La noción de que la generación y acumulación de capital humano es un proceso imprescindible para el crecimiento económico es uno de los consensos más extendidos en la literatura económica. Se sabe que el acervo de capital humano de un país permite ampliar la base factorial de la producción y aumentar su productividad, lo que se traduce en un mayor crecimiento económico y riqueza. Además, la acumulación de capital humano es el motor de la innovación, permite la adaptación a nuevas tecnologías, reduce la desigualdad y mejora las condiciones de vida de las personas (Barro, 1996).

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Entre 2013 y finales de 2021, Venezuela experimentó uno de los peores colapsos de crecimiento de la que se tenga registro en la historia económica contemporánea. En ese lapso, el país perdió más de 75% de su Producto Interno Bruto, lo cual representa uno de los episodios de contracción económica más profundos del cual se tenga conocimiento en tiempos de paz [1]. Las consecuencias de ese episodio en términos de la evolución de los indicadores tradicionales de bienestar humano han sido profundas y persistentes. De hecho, la recuperación parcial en los niveles de actividad económica ocurrida desde 2021 hasta hoy, ha sido tan leve en magnitud, tan limitada en términos sectoriales, tan circunscrita territorialmente, y tan desigual en términos económicos, que ha resultado insuficiente para mejorar las condiciones de vida de amplias porciones de la población venezolana que sigue enfrentando niveles de precariedad extrema en sus condiciones materiales de vida.

Este artículo resume los principales resultados de la investigación titulada “Colapso económico y acervo de capital humano: impacto de la crisis económica de Venezuela sobre la cantidad y nivel educativo de la fuerza laboral” (Zambrano et al.,2024), que será publicada próximamente por el Banco Interamericano de Desarrollo. En este trabajo se cuantifica por primera vez  el efecto que tuvo el colapso experimentado por la economía venezolana sobre el proceso de acumulación de capital humano del país.

Se sabe que en los últimos años, la cantidad y disponibilidad de capital humano en Venezuela ha experimentado una contracción notoria como consecuencia de los efectos concomitantes de dos factores: (i) Un ajuste demográfico producto de una ola migratoria de inmensas proporciones,  que ha resultado en la salida del país de cerca de una quinta parte de la población (R4V, 2024); y, (ii) la profunda contracción en el valor de los salarios reales, que ha reducido los incentivos para participar en el mercado laboral y para invertir en mayor escolaridad por parte de los más jóvenes, con un impacto desproporcionadamente mayor sobre las mujeres venezolanas [2]. Aunque en teoría se sabe que ambos factores han de haber tenido un efecto sobre la cantidad y disponibilidad del capital humano en Venezuela, poco se conoce sobre la magnitud cuantificable y profundidad de dichos efectos.

Metodología y Datos

Este análisis se lleva a cabo en tres entregas: en la primera parte de este Policy Brief, se realiza un diagnóstico de la composición y cambios en la oferta de trabajo entre 2012 y 2022, utilizando los microdatos de las encuestas de hogares disponibles, siguiendo a Sartorio (2022), junto con el cálculo de los retornos mincerianos de la educación en Venezuela para el mismo período siguiendo a Patrinos (2016); Posteriormente, en la segunda parte de este documento, se estimará, como primera aproximación a la estimación del costo económico por las pérdidas estimadas en el acervo de capital humano, un modelo neoclásico de contabilidad del crecimiento siguiendo a Barro (1996), para medir la contribución que la caída agregada del capital humano venezolano tuvo sobre el reciente episodio de colapso de crecimiento; y, por último, en la tercera y última parte de este trabajo, se planteará un análisis de identificación causal aplicando un modelo de contrafactual sintético siguiendo a Abadie y Gardeazabal (2003), para estimar las pérdidas agregadas del capital humano del país en una perspectiva comparativa, mediante la construcción de una hipotética trayectoria en ausencia de la crisis económica (una Venezuela sintética, contrafactual), que se comparará con los resultados de la trayectoria real del país para estimar el efecto causal de la crisis.

Los datos utilizados para esta investigación estuvieron compuestos por microdatos provenientes de encuestas de hogares para el período 2010-2021, tanto de la Encuesta de Hogares por Muestreo (EHM) del Instituto Nacional de Estadística de Venezuela (INE), como de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida (ENCOVI). Las encuestas de hogares del INE son bases de datos de corte transversal, realizadas semestralmente hasta 2015. Desde 2016 en adelante, se utilizaron las bases de datos de la ENCOVI. Ambos grupos de datos fueron procesados y homogeneizados para obtener una secuencia temporal de microdatos de corte transversal como base de la construcción de series de tiempo de los indicadores de interés para el estudio.

La crisis económica (2013-2021) y el período de colapso del capital humano en Venezuela (2015-2021)

Como se mencionó, durante la crisis económica 2013-2021, el cambio en la cantidad y composición de la oferta laboral venezolana estuvo determinado por el efecto conjunto de dos mecanismos: (i) el ajuste demográfico producto de la migración; y, (ii) la caída abrupta del salario real y su impacto en el mercado laboral. La evidencia analizada en Zambrano et al. (2024) permite cuantificar el impacto de ambos efectos tanto sobre la cantidad de trabajadores disponibles, así como sobre la composición de la fuerza laboral por nivel educativo (primaria completa o menor, secundaria completa y superior completa).

Como se mencionó, por un lado, la crisis de Venezuela produjo un abrupto ajuste demográfico a partir de 2015. Como se observa en la Figura 1, el crecimiento de la población se desacelera en 2015, alcanza un máximo de 30.790.097 en 2017, para luego caer abruptamente a 28.352.075 de personas en 2021, cifra menor que la registrada diez años antes [3]. La explicación fundamental detrás de este resultado es la ola migratoria masiva que se aceleró a partir de 2014, cuando millones de venezolanos emigraron como respuesta al intenso deterioro en las condiciones socioeconómicas desde 2015 [4].

Figura 1. Población Total de Venezuela

Fuente: Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU.

Por el otro lado, la crisis económica degradó los incentivos para participar en el mercado laboral y acumular mayor educación. Aquí, la crisis hiperinflacionaria de 2017 surge como el factor principal en la distorsión de los incentivos para la participación en el mercado laboral. De hecho, se estima que en la década que va de 2012 a 2021, los ingresos laborales totales cayeron 86,1% en términos reales. Esta caída repercutió también en la percepción de cuán rentable es la educación, afectando las decisiones individuales de formación de capital humano. Se estima que entre 2010 y 2021, los retornos marginales a la educación  disminuyeron progresivamente. De hecho, en 2010, un año adicional de educación se asociaba a un aumento del ingreso real del 3,7%, mientras que en 2021 este porcentaje se reduce a 1,7%, una reducción de 54% en el rendimiento de la inversión en capital humano educativo [5].

Figura 2. Ingresos Laborales Totales de la Población Empleada (Bolívares reales de 2010)

Fuente: Cálculos propios basados en EHM y ENCOVI, Varios años

Fuente: Cálculos propios basados en EHM y ENCOVI, Varios años

A continuación la secuencia de las cinco principales consecuencias de la crisis sobre el mercado laboral entre 2015 y 2021, período referido en esta investigación como el de colapso del capital humano venezolano:

  1. Venezuela se quedó sin 4,1 millones de personas en edad de trabajar. Como se refirió anteriormente, como resultado del abrupto deterioro en los ingresos laborales en el período de estudio, en particular a partir de 2014,  se produjo una de las mayores crisis migratorias contemporáneas [4]. La caída en la población de Venezuela tuvo su correlato en el colapso de la población en edad de trabajar (PET)[6], que es el agregado demográfico más importante en términos económicos y productivos. De hecho, entre 2015 y 2021, la PET se contrajo en 18%, una contracción absoluta equivalente a 3,8 millones de personas en edad laboral. Entre 2015 y 2021, la caída estuvo concentrada en los segmentos más jóvenes de 15 a 24 años (-30%) y más productivos de 25 a 50 años (-27%).

Figura 3. Población en Edad de Trabajar (PET) (2010=100)

Fuente: Cálculos propios basados en EHM y ENCOVI, Varios años

  1. Venezuela perdió un tercio de la población que participaba en el mercado laboral. Paralelamente a la caída absoluta en la cantidad de personas en edad de trabajar, el colapso económico de la segunda mitad de la última década, caracterizado por el cierre de miles de empresas, en el marco de una crisis hiperinflacionaria, generó una contracción simultánea en la demanda de trabajo y la caída abrupta de los salarios reales promedio. Esta caída de los salarios reales generó, entre otros efectos, un agudo desestímulo para la participación en el mercado laboral. Entre 2015 y 2021, la tasa de actividad se redujo en 11,6 puntos porcentuales, esto es una caída de 4,4 millones de personas (33%), un tercio de la población económicamente activa (PEA) [7]. Esta contracción afectó en mayor medida a la PEA de mujeres (-41%) y a la de trabajadores con mayor experiencia laboral (-37%).

Figura 4. Población Económicamente Activa (PEA) por sexo y edad (millones de personas)

Fuente: Cálculos propios basados en EHM y ENCOVI, Varios año

  1. Parte importante de los trabajadores más calificados salieron del mercado de trabajo. La mencionada caída en los salarios reales y la subsecuente caída en los retornos económicos de la educación tuvo como consecuencia una disminución en la disponibilidad de los trabajadores más calificados a partir de 2015. Se estima que entre 2015 y 2021 el número de trabajadores activos con educación superior cayó 27%, mientras que el total de trabajadores activos con educación secundaria cayó 29%. En agregado, en 2021 el número de trabajadores activos con educación secundaria, técnica o universitaria completa cayó en 2,3 millones de personas con respecto a 2015. Los cambios en el perfil educativo de la fuerza laboral venezolana, en cuanto a nivel educativo agregado, tuvo una incidencia desproporcionadamente mayor en las mujeres [8].

Figura 5. Población Económicamente Activa (PEA) por grado educativo alcanzado (millones de personas)

Fuente: Cálculos propios basados en EHM y ENCOVI, Varios años

  1. Venezuela perdió parte importante de sus avances educativos acumulados. La contracción estimada en la población económicamente activa, junto con la fuerte concentración en segmentos relativamente más calificados y productivos, magnificaron los efectos agregados sobre el acervo de años educación acumulado. De hecho, medido por la variable masa educativa [9], se estima que los años totales de educación incorporados en la PEA se reducen en un 40% entre 2015 y 2021, lo cual equivale a 55,3 millones de años de educación perdidos o desincorporados del esfuerzo productivo. En promedio, se estima que el número de años de educación promedio de los trabajadores activos venezolanos pasó de 11,1 años en 2016 a 9,5 años en 2021, una reducción de 1,6 el número de años de escolaridad promedio (-14,4%).
  2. Venezuela dilapidó una parte importante de sus trabajadores con mayor experiencia. La experiencia laboral constituye un importante entorno de aprendizaje donde se adquieren la mayoría de los conocimientos y habilidades específicas. Mediante la aproximación de Mincer (1974) que toma en cuenta la edad del individuo, los años que lleva completar la educación básica y secundaria, y la edad en que este ingresa al sistema educativo, se estima que durante el período de colapso del acervo de capital humano en Venezuela (2015-2021), el número de años de experiencia laboral potencial acumulados en la PEA cayó en 34%, equivalente a 97,8 millones de años de experiencia laboral.

Conclusiones y recomendaciones de política

Entre 2013 y 2021, Venezuela perdió más de 75% de su Producto Interno Bruto en una de las depresiones económicas más profundas y duraderas en la historia económica moderna y, a partir de 2015, experimentó un período que hemos denominado de colapso de capital humano, cuando el colapso en el valor de los salarios reales no solo indujo una crisis humanitaria, si no que produjo una crisis migratoria, y distorsionó por completo los incentivos a la escolarización y a la participación laboral.

La evidencia indica que el período 2015-2021, que hemos denominado como de colapso del capital humano, se caracterizó por una severa contracción en la cantidad y un cambio en la composición del acervo de trabajadores en Venezuela. Durante ese período, Venezuela experimentó una caída de un tercio en la población económicamente activa; perdió 27,4% de sus profesionales universitarios; 39,8% de los años de escolaridad total acumulados; 34,0% de los años de experiencia laboral total acumulados, y 1,1 años de escolaridad promedio.

Este declive educativo tiene implicaciones profundas y  duraderas para las perspectivas de recuperación económica de Venezuela, por lo que cualquier plan de recuperación futura deberá tomar en cuenta políticas específicas si se pretende relajar la restricción vinculante que significará el capital humano para cualquier proceso sostenido de crecimiento económico. Una agenda de reformas para el crecimiento sostenido necesariamente tendrá que pasar por la reconstrucción de las capacidades productivas de los venezolanos, incluyendo, entre otros aspectos, un proceso de estabilización económica creíble que permita mejoras sostenidas en los salarios reales; políticas específicas para el apoyo de la participación laboral femenina; políticas específicas para crear incentivos al retorno de la diáspora; y, políticas migratorias de apertura y atracción de talento no nacional.

Notas

[1] Por ejemplo, de acuerdo con la Total Economy Database, durante la Gran Recesión a partir de 1929, EE.UU. perdió aproximadamente 30% de su PIB; asimismo, durante la transición postsoviética entre 1991 y 1999, Rusia perdió aproximadamente 40% de su PIB; a su vez, durante la crisis hiperinflacionaria entre 2000 y 2008, Zimbabue perdió un estimado de 50% de su PIB.  

[2] De acuerdo con los resultados de la Encuesta de Uso del Tiempo 2023, solo el 41,5% de las mujeres en edad de trabajo participaban en el mercado laboral, una de las tasas de actividad más bajas de la región (Domínguez et al., 2024). Asimismo, se estima que un tercio (32,9%) de los jóvenes venezolanos entre 15 y 24 años, equivalente a 1,8 millones de persona, no estudian ni trabajan, es decir, están fuera de cualquier proceso de acumulación o mejora de su capital humano (ANOVA, 2024).

[3]  De acuerdo con cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística (INE), la población venezolana era de 28.744.685 personas en 2010. Las cifras subsiguientes corresponden a estimaciones del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU.

[4] Al momento de elaboración de este documento, la Agencia de la ONU para los refugiados (ACNUR), estimaba en más de 7,8 millones el total venezolanos que han emigrado en la última década.

[5] Los retornos marginales de la educación se refieren al incremento adicional en los ingresos laborales que se obtiene al invertir en un año adicional de educación o en un nivel educativo superior. Se calculan a través de las llamadas “ecuaciones de Mincer”, que establece una relación funcional entre los años de educación, la experiencia laboral y los ingresos por el trabajo, relación que puede ser estimada empíricamente.

[6] En Venezuela la PET o Población en Edad de Trabajar está comprendida por las personas en edades comprendidas entre 15 a 64 años.

[7] La Población Económicamente Activa (PEA) se define como el conjunto de personas dentro de una población que tienen la edad mínima legal para trabajar y que, durante un período de referencia específico, están empleadas (realizando actividades remuneradas o productivas) o desempleadas (buscando activamente trabajo).

[8] Entre 2015 y 2021 el número de mujeres activas en el mercado de trabajo con educación secundaria se contrajo en un 42%, lo cual implica que solo 6 de cada 10 trabajadoras activas en 2010 permanecieron en la PEA (22,2% para los hombres). Con respecto a educación superior, la población de mujeres universitarias activas en el mercado laboral cayó en 34% contra 18,2% de caída en el caso de los hombres.

[9] Se define como la sumatoria agregada de años de educación de toda la población económicamente activa. Se obtiene agregando el número de trabajadores incorporados a la PEA por la cantidad estimada de años de educación de cada trabajador.

Referencias

ANOVA Policy Research (2024): Oportunidades perdidas: Tendencias en la movilidad intergeneracional en educación en Venezuela. https://thinkanova.org/2024/12/18/oportunidades-perdidas-tendencias-en-la-movilidad-intergeneracional-en-educacion-en-venezuela/

Abadie, A. and Gardeazabal, J. (2003). The Economic Costs of Conflict: A Case Study of the Basque Country. The American Economic Review, 93(1):113–132. Publisher: American Economic Association.

Barro, R. (1996). Determinants of Economic Growth: A Cross-Country Empirical Study. Technical Report w5698, National Bureau of Economic Research, Cambridge, MA.

Mincer, J. A. (1974). Schooling, Experience, and Earnings. NBER. Backup Publisher: National Bureau of Economic Research Type: Book.

Patrinos, H. (2016). Estimating the return to schooling using the Mincer equation. IZA World of Labor. https://wol.iza.org/uploads/articles/278/pdfs/estimating-return-to-schooling-using-mincer-equation.pdf

Sartorio, L. (2022). An Employment Diagnostic Approach to Address Labor Market Stagnation in Argentina. https://www.consorcio.edu.pe/umbral/wp-content/uploads/2023/07/An-Employment-Diagnostic-Approach-to-Address-Labor-Market-Stagnation-in-Argentina.pdf

Zambrano, O., Hernández, H., Granado, A., Quiroz, G., & Oliveros, J.P. (2024). Colapso económico y acervo de capital humano: impacto de la crisis económica de Venezuela sobre la cantidad y nivel educativo de la fuerza laboral. Banco Interamericano de Desarrollo (por publicar).

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