COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Manuel Torres Parra. Madrid 2022
Programa de Interés Público
Comisión Académica España

El término “cooperación internacional” en su acepción más general  alude  a  todo  aquel esfuerzo  de  cooperación  entre  dos o más países para abordar una temática. Por ejemplo, se habla  de  “cooperación  internacional  para  enfrentar la  crisis  financiera  mundial”  o  de “cooperación  internacional  en  la  lucha  contra  el  terrorismo o contra la pandemia”,  etc.  Éste  es    el  significado  más amplio del concepto,

Sin embargo, el  concepto “cooperación  internacional” para el  mundo de  habla  hispana  es  la traducción del  término “international aid”, que se refiere a los desembolsos ya sea en dinero o en especie que los países donantes realizan a los países receptores, estos últimos generalmente países en desarrollo o en transición, con el objetivo de contribuir a su desarrollo.

En esta definición más restringida, generalmente  se equipara el término “cooperación internacional” con el de “Ayuda Oficial al Desarrollo” (AOD). De acuerdo al Comité de Ayuda para el Desarrollo de la Organización de Cooperación para el Desarrollo Económico (OCDE), la AOD debe cumplir con tres requisitos fundamentales:

a)  Ser llevada a cabo por los gobiernos en carácter oficial.

b)  Tener como principal objetivo la promoción del desarrollo económico y el bienestar de los países en desarrollo. 

c)  Ser de carácter concesional y contener un elemento de donación de al menos el 25%. 

A pesar de las desavenencias internacionales, las relaciones internacionales han mejorado y se han establecido mecanismos de cooperación mediante organizaciones y acuerdos internacionales. Las tendencias políticas y sociales naturalmente condicionan las relaciones internacionales y también la política exterior de los países. La cooperación internacional dependerá de ellas y del comercio mundial. El impacto trascendente de la ciencia, la tecnología y la innovación en la competitividad internacional ha causado que la cooperación internacional en esas áreas para los países en vías de desarrollo, sea de vital importancia.

El retroceso económico y la inmensa diáspora de Venezuela en los últimos veinte años ha aumentado exponencialmente la necesidad de cooperación internacional.

 RELACIONES INTERNACIONALES

Las relaciones internacionales se ocupan de los factores y actividades que afectan la política exterior y al poder de las unidades básicas en que está dividido el mundo. Los actores de esas relaciones son los Estados, las organizaciones internacionales estatales y no estatales.

 Los Estados están constituidos por el territorio, la población y el gobierno. Las organizaciones internacionales estatales son las de ámbito mundial, como la Organización de las Nacionales Unidas, ONU (1945) y sus órganos especializados: la Organización Mundial de la Salud, OMS, la del trabajo, OIT, la de la Alimentación FAO, la de Cultura y Educación, UNESCO y varias más. Otras son organizaciones regionales estatales como la Organización de Estados Americanos, OEA (1948), Organizaciones con fines, principalmente económicos: Asociación Latinoamericana de Integración, ALADI (1980) MERCOSUR, OPEP y más recientemente la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, CELAC. Las Organizaciones Internacionales no estatales, como organizaciones políticas y sindicales y las numerosísima y crecientes privadas, sin fines de lucro, cuya existencia está homologada por la Carta de las Naciones Unidas y además las empresas trasnacionales de gran peso económico mundial como la IBM, ITT, General Motor , Amazon, Son y las grandes petroleras, todas constituyen actores importantes de las relaciones internacionales.

Los factores principales que intervienen en las relaciones internacionales son de diversa naturaleza: geográficos, económicos, demográficos, políticos, tecnológicos y militares.

 El factor geográfico influye sobre manera en las relaciones internacionales; por ello, dada la cercanía, para Venezuela, son más importantes con: Colombia, Brasil y países caribeños.  El factor económico o comercial condicionan muestras relaciones con Colombia, Estados Unidos y ahora con Suramérica , China y Rusia. El factor demográfico, basado en las emigraciones más recientes ha determinado estrechas relaciones con España, Portugal e Italia en el viejo continente. El factor político ha influido en las épocas correspondientes. En los 40 años de democracia representativa privó la doctrina de privilegiar las relaciones con países de gobiernos democráticos. Desde 1999 ha predominado la relación con países socialistas y antinorteamericanos. El factor tecnológico influye por el dominio tecnológico que significa el poder de negociación de países más desarrollados en las relaciones con países en vías de desarrollo. El factor militar influye por su poder disuasivo y su magnitud depende del nivel de los otros factores.

 POLÍTICA EXTERIOR.

La política exterior debe estar de acuerdo con los objetivos nacionales, que se expresan en los planes o largo plazo de la nación y que deben ser congruentes con el interés nacional que está expresado en la constitución. Esto nos obliga a mantener buenas relaciones con los países afines a nuestra cultura occidental; nuestra capacidad petrolera nos condiciona a tener buenas relaciones con los países de la OPEP. La Constitución establece (ART. 152) que “las relaciones internacionales se rigen por los principios de independencia, igualdad entre los Estados, libre determinación y no intervención en sus asuntos internos, solución pacifica de los conflictos internacionales, cooperación, respeto a los derechos humanos y solidaridad entre los pueblos en la lucha por su emancipación y el bienestar de la humanidad”. Además, promueve y favorece la integración latinoamericana y caribeña (ART. 153). El último plan de la nación (2013-19) establecía cinco grandes líneas: independencia, socialismo, desarrollo político, económico y social en Latinoamérica y el Caribe, equilibrio y paz mundial mediante un mundo multicéntrico y multipolar y contribuir a la preservación de la vida en el planeta.

La mayoría de los componentes de la política exterior debería ser de una política de Estado, es decir que tenga el mayor apoyo de las fuerzas vivas de la nación, para mostrar unidad frente a fuerzas externas y tener mayor perdurabilidad en el tiempo; debería ser de convivencia y no de confrontación y permitir la mayor cooperación y solidaridad. En los últimos años la política exterior de Venezuela no ha seguido evidentemente esos lineamientos. El énfasis ha sido puesto en la integración latinoamericana a través del Grupo ALBA y la creación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe, ALCA. A nivel mundial un enfrentamiento con Estados Unidos y Europa y un acercamiento con China, Rusia, Irán y Turquía.

COOPERACIÓN INTERNACIONAL.

Por cooperación internacional se entiende la realización de acciones con el propósito de contribuir a solucionar problemas internacionales de naturaleza política, económica, social y cultural. Como antecedente de la cooperación internacional hay que destacar que finalizada la II guerra mundial, se creó la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como foro internacional para evitar confrontaciones entre los estados y promover la cooperación entre ellos. La FAO, UNESCO, OMS y OIT son organismos internacionales especializados de la ONU y fueron creados con el fin de establecer programas de cooperación, entre otras funciones. El primero en alimentación, el segundo en educación, el tercero en salud y el cuarto en el área laboral. Posteriormente los conceptos de ciencia y tecnología han ido adquiriendo fisonomía propia, separándose del área social, cultural, educativa y sanitaria. En 1965 se crea el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) como mecanismo de cooperación técnica de las Naciones Unidas. En Latinoamericana se crean: la Organización de Estados Americanos, con su fondo para la Educación y el Banco Interamericano de Desarrollo, el Sistema Económico Latinoamericano (SELA), la Asociación Latinoamericano de Integración (ALADI) y la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE), todos dedicados a mejorar el entendimiento en los países del continente y como mecanismo de cooperación. Por ejemplo, en 1993 se firmó el Acuerdo de Cooperación Ciencia y Tecnología (convenio entre los países de ALADI).

La mayoría de los países desarrollados sostienen programas de asistencia técnica, que se han transformado en programas de Cooperación Técnica. Y entre los países en vías de desarrollo se han establecido programas bilaterales entre sí, lo cual se conoce como Cooperación Sur-Sur. Venezuela ha contribuido en programas de cooperación energética con Centro América y el Caribe desde los años 70 del pasado siglo (Acuerdo de San José) y en los últimos años mediante el convenio denominado Petrocaribe. Además, ha firmado acuerdos con Brasil, Argentina, Uruguay, Ecuador, Bolivia en Latinoamérica y con Irán, Rusia, China y Bielorrusia. Con China entre 1999 y 2010 se firmaron 284 acuerdos de cooperación.

 La cooperación internacional, depende de las relaciones internacionales y a su vez de las situaciones políticas y económicas mundiales. En la década de los 90, con la caída del muro de Berlín, las preferencias en cooperación en los países desarrollados, fueron dirigidas a la reconstrucción económica de los países del este europeo y después de los sucesos  terroristas del 2001 y las recesiones económicas, la cooperación internacional ha disminuido. El bajo nivel del PIB per cápita y del IDH de los países cuenta para otorgar prioridad en la cooperación internacional y ello no favoreció por años a Venezuela cundo tuvo estos índices en su nivel medio y alto. La ley de cooperación internacional de 1958, aún vigente, establece que toda cooperación debe formalizarse mediante convenios, acuerdos o tratados bilaterales y que cuando se firmen contratos, éstos se otorgarán mediante licitación, lo cual ha sido incumplido en los últimos años. Sus disposiciones no se aplicarán a los acuerdos de cooperación celebrados con organismos internacionales. En un anteproyecto de ley, actualmente en estudio en la Asamblea Nacional, se propone un órgano desconcentrado dependiendo de un Ministerio, la creación de un Fondo para la cooperación y asistencia internacional y un registro obligatorio para todo ente que tenga actividades relacionadas con la cooperación internacional, con el evidente propósito de controlar la cooperación internacional hacia Venezuela.

EVOLUCIÓN HISTÓRICA DE LA COOPERACIÓN INTERNACIONAL

La cooperación internacional al desarrollo ha modificado sus paradigmas y enfoques, a través del tiempo. Entre los años cincuenta y los años sesenta, el enfoque de la cooperación era básicamente económico y estaba orientado a la constitución del capital físico: su papel era dirigir el ahorro de los países industrializados hacia los países en vía de desarrollo, por un lado, y apoyar la realización de las infraestructuras necesarias, por el otro.

Hoy en día, la cooperación internacional se concentra en la lucha contra la pobreza. Por otro lado, el diálogo sobre las políticas globales, el interés mutuo, las alianzas, la participación activa y la apropiación  por parte de los actores locales, se consolidan como enfoques y criterios metodológicos cada vez más universales.

En este marco, los actores de la cooperación ya no son únicamente los estados nacionales, sino también los gobiernos regionales y locales (municipios, provincias, departamentos, etc.), las organizaciones de la sociedad civil, las universidades, los centros de investigación y el sector privado.

Después de la Segunda Guerra Mundial se abrieron múltiples procesos innovadores a nivel político, económico y social. Los mismos generaron cambios trascendentales en el panorama internacional y contribuyeron a crear las condiciones y los escenarios propicios para el posterior arranque de las primeras actividades de la cooperación internacional.

En 1945 se celebró la primera Conferencia de las Naciones Unidas en San Francisco, mientras que el  mismo año las 51 naciones participantes firmaron la Carta de las Naciones Unidas.

En los años siguientes, se crearon las primeras agencias especializadas. Entre ellas, además del Banco Mundial y del FMI (1945),  la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO – 1946), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO – 1946), el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF – 1946), la Organización Mundial de la Salud (OMS – 1948), la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR – 1951) y se integró la Organización Internacional del Trabajo (creada en 1918)

El Banco Mundial surgió para proporcionar los fondos necesarios para complementar la inversión pública y privada y promover los procesos de industrialización y desarrollo en los países más necesitados.

Además, en 1948, el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC) activó un Fondo especial para el desarrollo, con las aportaciones de 54 miembros. Desde su creación, las Naciones Unidas se caracterizaron como una organización de gobierno global y  se orientaron a facilitar la cooperación entre los países asociados en asuntos como la salvaguardia del derecho internacional, la promoción y la tutela de los derechos humanos, la preservación de la paz y la seguridad internacional, el fomento del desarrollo económico y social, y la erogación de asistencia humanitaria a las poblaciones que la necesitan, sean desplazados por guerra, o afectados por otros desastres.

El Plan Marshall (o  European Recovery Program ) fue el principal instrumento de los Estados Unidos para lograr distintos objetivos al mismo tiempo: apoyar la reconstrucción de los países de Europa occidental arrasados por la Segunda Guerra Mundial, consolidar su hegemonía política y comercial en la región, y contener el posible avance de la influencia soviética. Es importante recordarlo porque, según muchos investigadores, representa probablemente el primer ejemplo de programa de cooperación internacional al desarrollo de la historia reciente.

Este Plan se ejecutó entre 1947 y 1951, con una inversión de unos 17.000 mil millones de dólares de la época

En 1948 nació la Organización Europea para la Cooperación Económica (OECE), con la participación de 15 países europeos y de Turquía, que más tarde se transformará en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Sus finalidades principales eran aprovechar mejor la ayuda del Plan Marshall, a corto plazo, y de promover la cooperación eco-nómica en la región, a mediano y largo plazo.

La Conferencia de Bandung (Indonesia), que se realizó en 1955 con la participación de 29 jefes de estados africanos y asiáticos de la primera generación postcolonial. En esa conferencia se intentó establecer una agenda común sobre temas y reivindicaciones de política internacional, basada en algunos principios compartidos (el anticolonialismo, el pacifismo y la neutralidad respecto a los dos bloques existentes), y finalmente, se llegó a la aprobación de los “Diez principios de Bandung”.

Sobre esta base, se creó el Movimiento de los Países No Alineados. Hoy tiene 118 miembros y 17 observadores.

En las Naciones Unidas, en 1961, se propuso aumentar por lo menos al 1% del producto interno bruto (PIB) la aportación neta de recursos destinados a la cooperación internacional y lograr que los países en desarrollo llegaran a una tasa de crecimiento anual del 5% antes de 1970.

En 1960 los países industrializados crearon la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que en principio reunió 20 países miembros y coordinó sus políticas económicas y sociales, y el Comité de Ayuda al Desarrollo (CAD), que hace parte de la misma organización y tiene el propósito específico de diseñar las directrices de la Ayuda Oficial al Desarrollo de los países que la componen. A principios de los años sesenta se constituyeron también las primeras agencias y ministerios de cooperación internacional al desarrollo. Entre ellos: la Oficina de Ayuda Externa de Canadá (1960), el Ministerio de Cooperación de Francia (1961), el Ministerio para la Cooperación Económica de Alemania (1961), la Agencia de Cooperación Técnica Extranjera de Japón (1961), la  United States Agency for International Development  [USAID] (1961).

Entre las medidas incluidas en el Plan de acción recomendado para los países donantes, que en todo caso no fueron aplicadas de manera oportuna, destacan las siguientes:

  1. Aprobación de una carta de derechos y deberes económicos de los estados;
  2. Fortalecimiento de la función de las Naciones Unidas en la esfera de la cooperación económica internacional;
  3. Creación de un nuevo sistema monetario internacional;
  4. Formalización de nuevas reglas para el comercio de las materias primas;
  5. Creación de condiciones favorables para la transferencia de tecnologías y la industrialización de los países en desarrollo;
  6. Promoción de la cooperación entre los países en desarrollo;
  7. Provisión de asistencia para el ejercicio de la soberanía de los Estados sobre sus recursos naturales.

En los años setenta se  consolidó el “proyecto”, como modalidad operativa de la cooperación, y se  difundió el Ciclo de Proyecto y el l Enfoque del Marco Lógico (EML).Fue la primera metodología específicamente orientada a la planificación y la formulación de proyectos, que se sigue utilizando hoy en día, mientras que la Gestión del Ciclo del Proyecto (GCP) es un enfoque que plantea las acciones de cooperación relacionando las distintas fases de ejecución de proyectos.

En esta misma época, la sociedad civil y sus organizaciones se fortalecieron, tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo, mientras que las ONG de cooperación y sus enfoques novedosos empezaron a ser conocidas y apreciadas internacionalmente.

El PNUD, que aplicó los resultados de sus teorías a la práctica de la cooperación y lanzó, en 1990, el primer informe sobre el desarrollo humano.

En el 2000 la ONU en Nueva York aprobó los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y en

París en el 2015, fueron aprobados  los Objetivos de Desarrollo Sostenible para el año 2030. Ambos documentos han servido de marco de referencia para la cooperación internacional desde entonces.

MODALIDADES DE COOPERACIÓN

Se presenta a continuación algunas de las formas más habituales en las que se refiere la cooperación internacional. Da cuenta de diferentes categorías, en las cuales se pueden agrupar la misma, las que son utilizadas por las diversas fuentes. Se enumeran solamente algunas a modo ilustrativo, ya que son las que frecuentemente, desde la perspectiva de las políticas sociales son las mayoritariamente utilizadas en la región latinoamericana y caribeña.

Cooperación técnica

La colaboración que se realiza consiste en la transferencia de técnicas, tecnologías, conocimientos, habilidades o experiencias por parte de países, redes de gobiernos regionales o locales, ciudades, instituciones u organizaciones multilaterales y bilaterales con el fin de apoyar

Cooperación cultural

Este tipo de colaboración se encuentra destinada al diseño de políticas, a la realización de actividades específicas en las diferentes áreas del sector cultura; la misma se lleva adelante mediante entrega de equipos, donaciones de material, capacitación, o intercambios. Esta cooperación está dirigida a organismos de alcance nacional, regional, municipal, instituciones culturales, museos, casas de la cultura, grupos culturales, etc. Abarca también la cooperación patrimonial (incluyendo sus dos vertientes: material e inmaterial), en este sentido la referencia inevitable la constituyen los Programas de la UNESCO, tanto a nivel internacional como nacional y los Programas de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), entre otros.

Cooperación educativa

Abarca acciones de intercambio, de formación y fortalecimiento de políticas e Instituciones educativas. Esta cooperación está dirigida al desarrollo educativo de las personas durante todo el ciclo de la vida de las mismas, es decir una educación contínua. Comprende la educación formal, o reglada como se denomina en varios países y no formal, así como el fortalecimiento de los actores vinculados al sector. Se rige por los principios de acceso y equidad. En la actualidad atiende los problemas básicos de inclusión de los sectores más vulnerables, la disminución de los índices de repetición y deserción escolar, la formación de docentes, y también las condiciones edilicias, los textos educativos y escolares, la promoción de la lectura, etc. En esta línea temática existe una variada gama de actores que participan, sin embargo destacamos los Programas de la Secretaría de Estado para Iberoamérica (SEGIB), los de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), los Programas de UNESCO y de la Organización de Estados Americanos (OEA).

Becas

Su objetivo es la contribución al mejoramiento de la capacidad de los recursos humanos de los países, a través de la capacitación de personal técnico, investigadores o funcionarios que puedan desempeñar un papel importante en los países en desarrollo. En este sentido se pueden observar las becas de grado y post- grado (diplomas, maestrías y doctorados) así como también las que permiten la especialización a través de cursos de relativa corta duración. Existen diversas instituciones que tienen un rol protagónico en la convocatoria a Becas para latinoamericanos y caribeños. La Unión Europea, contribuye a través del 7mo Programa Marco de Cooperación, en particular en lo que se refiere a la formación de recursos humanos a través del Programa People, y las Becas Madame Curie.

Cooperación científica y tecnológica

Comprende acciones que promueven el desarrollo científico y tecnológico de los países a través de investigación, formación y trabajo en redes colaborativas. Cada vez más los nuevos conocimientos implican una cooperación global en esta materia. Se destaca la colaboración en I + D y el creciente rol que toma la vinculación con el sector empresarial. En esta temática los derechos de autor y de patentes son claves.

En esta área de la cooperación realizada en el marco del Proyecto LECODENET, se destaca el 7mo Programa Marco de Cooperación en Ciencia y Tecnología de la Unión Europea, en el cual se facilita el avance en los 10 Programas temáticos en los que se estructura, a través de la participación de gobiernos, universidades, centros académicos que trabajen en forma consorciada. Asimismo, es de destacar el Programa Iberoamericano de Cooperación en la materia, denominado “CYTED”, en el cual participan los veintidós países de la región, junto con España y Portugal. Por último, dejar sentado que la cooperación internacional incluye otras áreas temáticas como el ambiente, la movilidad urbana y áreas sectoriales de inversión, etc. Asimismo, existen otras categorías que cruzan transversalmente a los sectores y actores como son la perspectiva de género y la pobreza, por mencionar algunas

TIPOS DE COOPERACIÓN

Según los principales actores los tipos de cooperación son los siguientes: multilateral, regional, bilateral, sur-sur y descentralizada.

 Cooperación Multilateral

Las fuentes  multilaterales de cooperación las constituyen los organismos internacionales o regionales en los cuales participan varios países con intereses determinados de carácter político, regional o sectorial. Estos organismos multilaterales otorgan o ejecutan cooperación con sus propios recursos (aportados por los países como contribuciones ordinarias o extraordinarias) y fondos específicos en los que pueden participar tanto aportes públicos como privados (ya sean fundaciones o empresas) con varios tipos de interlocutores: Estados, autoridades locales, organizaciones internacionales, regionales y la sociedad civil.

Cooperación Regional

Existen diferentes mecanismos de cooperación que desarrollan las instituciones multilaterales a distintos bloques regionales como al Mercosur, la Comunidad Andina y multilaterales otorgan o ejecutan cooperación con sus propios recursos (aportados por los países como contri -buciones ordinarias o extraordinarias) y fondos específicos en los que pueden participar tanto aportes públicos con varios tipos de interlocutores: Estados, autoridades locales, organizaciones internacionales, regionales y la sociedad civil.

Las instituciones financieras, ofrecen distintas modalidades (dependiendo de sus políticas) que van desde cooperación técnica no reembolsable, en otros casos,  vinculadas a un crédito y en otros directamente realizan un crédito, que puede ser tanto para bienes como para servicios.

En el caso de la Unión Europea coordina los programas de asistencia exterior a través de Europe Aid para asegurarse que los lineamientos sean aplicados en todo el mundo de manera coherente, complementaria y coordinada. Trabaja en estrecha colaboración con sus distintos socios, y utiliza diferentes modalidades de financiación y de prestación de la ayuda. En América Latina, como en otras regiones del mundo, Europe Aid trabaja esencialmente integrantes de dichos bloques.

La Unión Europea tiene acuerdos de cooperación con los distintos bloques que orientan las líneas estratégicas a desarrollar en la región. Los mismos sirven de guía para los acuerdos bilaterales con los países miembro de dichas regiones.

Asimismo, algunos países también canalizan cooperación a los bloques regionales. Por ejemplo, la AECID, ha tenido en los últimos años una activa participación en este tipo de cooperación.

Por otra parte, los mismos bloques han generado recur -sos para financiar proyectos y programas de sus socios. A modo de ejemplo, se puede mencionar: FOCEM (Fondo de Convergencia Estructural del MERCOSUR), creado con fondos de sus socios y que se ejecutan con criterios establecidos por los organismos del MERCOSUR.

 Cooperación Bilateral

La cooperación bilateral  es la que se realiza entre los gobiernos de los países con los cuales se tienen relaciones diplomáticas. La misma, es el marco de actuación general entre gobiernos y sirve de “hoja de ruta” para la implementación y el impulso a los diferentes planes de trabajo, actividades, intercambio de información, etc. Al ser un instrumento de política exterior, las Cancillerías o los Ministerios de Relaciones Exteriores tienen un rol clave en la identificación, preparación, seguimiento de los documentos y los procesos de cooperación.-

Cooperación entre países en desarrollo (CTPD) o Sur-Sur

Este modelo de cooperación surgió como respuesta común de los países en desarrollo frente a los desarrollados. La misma se centra en la oferta de asistencia técnica por parte de un país en vías de desarrollo a otro. Dicho mecanismo permite promover la utilización de recursos humanos capacitados que brindan sus servicios en condiciones favorables para quien lo recibe. El documento base de la CTPD es la Declaración de Buenos Aires (Plan de Acción de Buenos Aires-PABA) de 1978. Generalmente se trata de cooperación bilateral pero puede tomar la forma de triangular cuando otro país u organismo internacional participan de la financiación o interactúan en el proceso. En las últimas décadas los organismos internacionales y multilaterales han incorporado este mecanismo.

Cooperación Descentralizada

En un sentido estricto, consiste en la cooperación realizada por las administraciones subestatales (gobiernos autónomos, diputaciones, ayuntamientos). En un sentido amplio, información, etc. Al ser un instrumento de política exterior, las Cancillerías o los Ministerios de Relaciones Exteriores tienen un rol clave en la identificación, preparación, seguimiento y evaluación de las mismas. En forma complementaria en cada país participan las Agencias o instancias de cooperación, como entidades de coordinación técnica. En lo que se refiere a la cooperación bilateral, existe la modalidad de las denominadas “Comisiones Mixtas” en las cuales se establecen las prioridades, criterios e intereses de las partes, en general se realizan en forma bianual.

En algunos casos, las mismas son una declaración de interés entre los países, más que un plan de trabajo coordinado, ya que entre otros aspectos, el financiamiento para poder llevarlas adelante requiere de otras instancias. En la actualidad, se busca incluir en los acuerdos programas y acciones posibles de llevar a la práctica, que sean un instrumento de trabajo realista. Otra forma de materializar las relaciones bilaterales, la conforman los denominados tratados, acuerdos de intereses, protocolos, entre otros.

En un sentido estricto, consiste en la cooperación realizada por las administraciones subestatales (gobiernos autónomos, diputaciones, ayuntamientos). En un sentido amplio, se trata de un nuevo enfoque de la cooperación caracterizado por la descentralización de iniciativas y de la relación con el Sur, por la incorporación de una amplia gama de nuevos actores de nivel local, autonómico o regional y por una mayor participación de los actores locales (en sus distintos niveles) de los países del Tercer Mundo en su propio desarrollo. En la actualidad muchos gobiernos locales de América Latina tienen programas de cooperación descentralizada. Asimismo, los hermanamientos entre ciudades ha sido un modelo que se ha usado para iniciar los procesos de cooperación descentralizada, especialmente en asistencia técnica.

El concepto de cooperación descentralizada de la Unión Europea.

La cooperación descentralizada, desde la Cuarta Convención firmada en 1989: un acuerdo jurídico de asociación entre la Unión Europea (UE) y los países ACP (África, Caribe y Pacífico).

Así se anunciaba la participación de organizaciones de carácter económico, social y cultural, ajenas a las burocracias centrales. De esta manera se consolidó y formalizó la participación de los gobiernos locales, departamentales o provinciales (según la denominación en cada país) tanto en el financiamiento, participación y ejecución de proyectos de cooperación al desarrollo en el marco de los fondos asignados por los respectivos países (AOD).

Este acuerdo trató de fortalecer el protagonismo de la sociedad civil Europea con el desarrollo (por ejemplo, acuerdos de colaboración Norte/Sur entre autoridades locales, asociaciones del sector privado, sindicatos, etc.).

En 1993 se creó la línea presupuestaria B7-5077 para la cooperación descentralizada destinada a todos los países en desarrollo, con el objetivo de impulsar esta modalidad. El avance de esta línea presupuestaria está en incluir como recursos de cooperación internacional, pudiendo apoyar a procesos de desarrollo de una forma dinámica. Transformándose en un mecanismo valioso y efectivo para el mismo por el volumen creciente de montos que se manejan.

Al margen de su importancia cuantitativa, no es menos relevante la importancia política y de desarrollo institucional que ha ido adquiriendo en los últimos años mediante compromisos parlamentarios, legislación específica, planes estratégicos autonómicos y municipales, instrumentos de participación y coordinación.

Para la UE la cooperación descentralizada es más que influir en lo local. Debe tener iniciativa para querer y poder influir en las políticas estatales, y su mejor comprensión para contribuir con el objetivo primario de la política de cooperación al desarrollo de la UE: reducción y, a largo plazo, erradicación de la pobreza; tal objetivo es perseguido de acuerdo con los fines y compromisos adoptados por la UE y los Estados miembros en el seno de las Naciones Unidas, en particular, los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).

En los últimos años, donde se han desarrollado renovados procesos democráticos y descentralizadores en el mundo y sindicatos. A partir de entonces se inician los primeros programas de cooperación descentralizada en el marco del Fondo Europeo de Desarrollo (FED). Actualmente la Comisión Europea dispone de dos fuentes de financiación para las actividades de cooperación descentralizada: la línea presupuestaria y los fondos de desarrollo (es decir, los programas indicativos nacionales contemplados en los Acuerdos de Lomé para los países ACP, los programas MEDA para los países mediterráneos y los programas ALA para los países de Asia y América Latina).

Es una cooperación que se caracteriza por ser una herramienta para que las ciudades y actores locales accedan a un tipo de cooperación descentralizada diferente. Una cooperación descentralizada cada vez más legítima, dando cuenta de su especificidad en lo que res -pecta a sus actores protagonistas: las ciudades y autoridades locales. Estimulando capacidades y potencialidades del territorio, entendido éste desde una visión amplia que integra al conjunto de actores más allá del gobierno local.

MODALIDADES DE COOPERACIÓN.

Las modalidades de ejecutar la cooperación, independientemente de los actores que participan en ésta, es muy similar en sus procedimientos.

Las principales formas de desarrollar la cooperación descentralizada son por varias vías: ONG, convocatoria, hermanamiento y redes.

 Vía ONG

Las Organizaciones No Gubernamentales y los gobiernos locales o regionales pueden presentar o construir proyectos que serán propuestos a ONG de “países desarrollados” para recibir apoyo económico o técnico.

En general los ONGs de los países centrales se inscriben en un registro de organizaciones de cooperación al desarrollo, suelen tener en cada país una asociación que los nuclean.

Vía Convocatorias

Constantemente las alcaldías y regiones de muchos países, así como las fundaciones privadas y los organismos multilaterales, abren convocatorias en diversas temáticas a las cuales es posible acceder mediante la presentación de proyectos. A ellas pueden aspirar instancias locales y regionales.

La Cooperación Descentralizada forma  parte de las políticas estatales de cooperación. Si el poder político y económico están muy centralizados y la sociedad civil muy fragmentada, la cooperación descentralizada se materializará de forma muy lenta. El desafío está en convencer a los gobiernos centrales que la cooperación descentralizada ayudará a lograr los objetivos de los programas nacionales de ajuste estructural, ayudará también a generar ingresos, a crear empleo, un desarrollo sostenible y una inclusión social de los habitantes más vulnerables de un país.

Es importante el desarrollo de nuevas estructuras de diálogo entre el gobierno central y los entes descentralizados. En varios países, esto deberá comenzar de cero. A través de los años las reglas autoritarias han creado una brecha entre el Estado y la sociedad civil, y han originado desconfianza en las burocracias. Una segunda prioridad sería introducir estructuras apropiadas para la toma de decisiones y la ejecución de las operaciones descentralizadas.

 Vía Hermanamientos

Es un convenio que se suscribe con ciudades-regiones que tienen similitudes geográficas, históricas, culturales, económicas y/o sociales. Este puede aprovecharse para elaborar actividades de cooperación mutua.

 Vía Redes

Las redes son asociaciones de expertos o de ciudades con las que se pueden generar alianzas para beneficiarse de sus conocimientos, recibir asesorías, tejer nuevas redes, así como coordinar y participar en proyectos conjuntos. Una de las experiencias más significativas en este sentido lo constituyó el Programa URBAL, en el marco de la Unión Europea.

Pero adoptar una “mentalidad descentralizada” es mucho más difícil en el nivel institucional y de gestión. Ello implica un cambio profundo en la actitud, gestión, procedimientos y organización de los donantes, bastante parecido al cambio que deben padecer las agencias de la administración central. Se requerirán cambios en la ejecución y diseño de los programas, en las orientaciones de la cooperación técnica, y en el reparto de responsabilidades entre los directores de proyecto sobre el terreno y las oficinas centrales, así como en los sistemas de control. Será necesaria la revisión del ciclo de proyecto actual para adaptarlo al marco de trabajo participativo de la cooperación descentralizada.

La tendencia de la cooperación es presentar programas de envergadura con montos significativos donde se enfatice un trabajo de corresponsabilidad y compromiso entre los participantes, en lugar de proyectos específicos que muchas veces no garantizan la sostenibilidad y originan duplicidad de acciones sin impacto social, y por ende inciden débilmente en el desarrollo.

Cooperación en ciencia, tecnología e innovación.

A finales del siglo XX, la idea de una nueva economía basada en las tecnologías de la información, el conocimiento y la globalización, ha aumentado el valor de la ciencia, la tecnología y la innovación en la competitividad necesaria para el desarrollo. La UNESCO en la declaración de Budapest (1999) enfatizó la importancia de la CTI . El artículo 110 de la constitución venezolana establece el interés público de la CTI y que se creará el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología. El artículo 4° de la Ley de Ciencia, Tecnología e Innovación establece entre los objetivos “concertar y ejercer la política de cooperación internacional para apoyar el desarrollo del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación”.

 La cooperación entre países y regiones en el área de CTI está destinada a fomentar y desarrollar las actividades productivas de los distintos sectores. En la minería, en el petróleo, en la agricultura y la pesca, en la manufactura y en los servicios: principalmente de investigación, salud, saneamiento, energía, transporte, tecnologías de la información y finanzas.

En Venezuela,  para salir de la crisis del país y sobre todo como mono-productor, además de invertir en CTI en petróleo, debemos invertir en las otras áreas: agricultura, minería y manufactura para ser competitivos internacionalmente. El Sistema Nacional de CTI, puede considerarse, según el modelo CINDA formado por los subsistemas de: producción o utilización, intermediación, incorporación y creación de conocimiento, educación y gobierno. El modelo es funcional, no institucional El subsistema de producción o utilización lo constituye el conjunto de acciones designadas a incorporar conocimientos tecnológicos al proceso productivo, tanto de empresas públicas como privadas. Las dificultades que afronta este sector son la ineficiencia del sector oficial por la prioridad política de su gestión y el sector privado por el acoso oficial; todo ello disminuye la necesidad de aumentar su acervo tecnológico.

El subsistema de intermediación lo constituyen el conjunto de actividades que captan el conocimiento disponible y lo procesan para adaptarlo a la solución de problemas específicos. Sus principales componentes son la ingeniería de consulta y la consultoría de gestión y administración y servicios técnicos y de información. Las principales dificultades son que el Estado quiere realizar esta actividad, adecuada para el sector privado, disminuyendo su demanda y por ende la reducción de la capacidad productiva privada. El subsistema de creación de conocimiento lo constituye las actividades que introducen conocimiento científico y tecnológico para la producción de bienes y servicios al sistema, mediante la creación de conocimiento y asimilando y almacenando conocimiento importado y además difundiéndolos al Sistema. Los principales problemas radican en la falta de enlace de la Universidad y Centros de Investigación con el sector productivo. Aumenta la dificultad por el estrangulamiento presupuestario de las Universidades autónomas por parte del Estado.

En este subsistema es donde se requiere mayor cooperación internacional para establecer mecanismos de enlace Universidad-Entono y que la Universidad genere sus propios recursos; por otra parte a través de la cooperación bilateral se fomenta la vinculación de la comunidad científica con pares extranjeros sobre la base del interés mutuo en desarrollar investigaciones e intercambio de conocimiento. Debido al éxodo de investigadores, ocurrido durante los últimos veinte años, hay que establecer vínculos con éstos y los centros de investigación donde están trabajando. El subsistema de Educación lo constituye el conjunto de actividades para la formación o perfeccionamiento del talento humano que requiera el sistema. El principal problema radica en la débil formación y vocación en ciencia y tecnología en los dos primeros niveles educativos y la disminución de candidatos para las carreras del sector, por otro lado, la formación privilegia títulos y grados sin la adecuación para capacitarlos según los requerimientos del sector productivo. El subsistema de gobierno lo constituyen el conjunto de actividades de dirección coordinación, promoción y financiamiento de todo el sistema mediante la coordinación adecuada y oportuna de la cooperación internacional. El mayor problema radica en la prioridad política de la asignación de recursos provenientes de los fondos aportados por la empresa privada de acuerdo a la actual LOCTI y la discrecionalidad del apoyo gubernamental a la cooperación internacional.

COOPERACION DE LA UNION EUROPEA

La Comisión Europea es la institución gestora de la ayuda, ejecuta las decisiones políticas de la UE, gestiona directamente parte del presupuesto comunitario, incluida la asistencia exterior, y retiene el derecho de iniciativa legislativa. Está formada actualmente por 27 miembros o “comisarios”, uno procedente de cada Estado miembro. Cuando se habla de Unión Europea en el campo de la ayuda al desarrollo, se refiere a esta aportación comunitaria unida a la suma de las contribuciones bilaterales de los Estados miembros, gestionadas por cada uno de ellos en función de criterios y mecanismos nacionales.

Es a través de Europe aid que la Comisión Europea gestiona ayuda de una forma rápida y eficaz. Antes de otorgar la financiación se realiza un relevamiento y controles pormenorizados que aseguren que la ayuda financiera sea eficaz, garantizando la calidad de la intervención. Europe aid en este análisis asegura la coincidencia de los objetivos políticos de la Unión Europea y del país asociado.

Entre los principales fundamentos jurídicos que rigen la ayuda exterior de la UE se mencionan:

  Instrumento europeo de la vecindad y Asociación (IEVA), Instrumento de Cooperación al desarrollo (ICD), Instrumento europeo para la democracia y los derechos humanos (IEDDH), Instrumento de estabilidad (IE) e  Instrumento de Cooperación en materia de Seguridad nuclear (ICSN). Los dos primeros instrumentos son geográficos, mientras que los tres restantes son globales. El Instrumento de Cooperación al desarrollo, engloba a la región de A. Latina. El objetivo principal es la erradicación de la pobreza, el establecimiento de los principios esenciales para el desarrollo, en particular la cohesión social y la lucha contra las desigualdades, la democracia y la gobernanza.

Los cuatro grandes objetivos de la Política Europea de Cooperación son:

   Estimular el desarrollo político, económico y social sostenible facilitar la integración de los países en desarrollo en la economía mundial, reducir la pobreza en los países en desarrollo, consolidar la Democracia, el Estado de Derecho, el respeto a los Derechos humanos y las libertades fundamentales.

PROCEDIMIENTOS DE FINANCIACIÓN

Los mecanismos de gestión de estos fondos son similares a los de cualquier administración pública. En base a las previsiones establecidas en los documentos estratégicos regionales y nacionales se deciden las sumas que podrán comprometerse en cada ejercicio financiero (de enero a diciembre para los programas originados por un reglamento contra las desigualdades, la democracia, la gobernanza, el desarrollo sostenible y la integración regional.

La estrategia de cooperación de la Comisión Europa y la programación plurianual de la ayuda exterior de la UE se realiza a través de la Dirección General de Desarrollo para los países de África, Caribe y el Pacífico (ACP), y la Dirección General de Relaciones Exteriores para el resto de las naciones. Por tanto la misión principal de la Oficina de Cooperación EuropeAid es ejecutar los programas de ayuda exterior de la Comisión Europea, en colaboración con las Delegaciones de la UE en cada país.

La ayuda de la UE se suministra por medio de acuerdos a diferentes niveles: individual, subregional y latinoamericano. El primero, con los países de la región, a través de los programas de cooperación bilateral; el segundo con las tres sub regiones: Comunidad Andina, América Central y Mercosur y el tercero, a través de Programas regionales como Eurosocial, ALFA, ALIS, AL INVEST o EURO SOLAR.

  Ciertos proyectos específicos pueden financiarse a través de programas temáticos. Además de la ayuda prestada a escala regional o nacional, la Comisión gestiona también programas de alcance global. Las intervenciones temáticas se basan en dos instrumentos financieros (Instrumento europeo para la promoción de la democracia y los derechos humanos IEDDH, y el Instrumento de Estabilidad IE) y en  programas temáticos (en el marco del Instrumento de Cooperación al Desarrollo (ICD). Invertir en personas: acceso general a la atención sanitaria, conocimientos y competencias para todos, la igualdad entre hombres y mujeres, cultura, empleo y cohesión social; invertir en jóvenes y niños o en el medio ambiente y la gestión sostenible de los recursos naturales, incluídas el agua y la energía, participación de los agentes no estatales y las autoridades locales en el desarrollo, seguridad alimentaria y migración y asilo.

PROGRAMAS REGIONALES

La Comisión Europa brinda asistencia a través de varios métodos:   por proyectos, sectorial  y macro.  Con el primero  financia iniciativas individuales ajenas al sector público, como las de la sociedad civil y /o las del sector privado. En los otros la Comisión se compromete a prestar apoyo presupuestario para permitir un mayor control por el propio país, financiar estrategias nacionales de desarrollo y promover reformas de la gestión de las financias públicas y la planificación presupuestarias destinadas a garantizar la solidez de las mismas y la estabilidad macroeconómica.

Programas subregionales

La situación con respecto a cada una de las tres grandes regiones en las que el continente camina hacia la integración, sumada a una breve descripción del estado de relaciones políticas, comerciales y de cooperación entre la UE y cada una de ellas permitirá al lector encuadrar debidamente cualquier actividad bilateral, tanto en los terrenos más clásicos de la lucha contra la pobreza como en otros sectores más innovadores como el desarrollo de los avances del Mercosur hacia una mayor integración política y económica.

Con la Comunidad Andina

La cooperación con la Comunidad Andina (CAN), constituida por Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, comenzó en la década de los 70. Pero la integración en la CAN se ha profundizado y se han extendido los asuntos que aborda: desde los puramente económicos y comerciales hasta una amplia variedad de sectores, como la cohesión social, el desarrollo territorial, la creación de empleo, la lucha contra las drogas ilícitas y la protección del medio ambiente. En el 2003 se firmó el acuerdo de diálogo político y cooperación, pendiente de ratificación, sin embargo, Venezuela se salió de esta comunidad en el 2006.

Con la Comunidad Centroamericana.

La Comunidad está formada por Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua y Panamá. La cooperación para el desarrollo con Centroamérica se propone las nuevas tecnologías. Se presenta una descripción de los Programas regionales que habilitan buena parte de la cooperación europea en América Latina.

Con el Merco Sur

El Mercosur (Mercado Común del Sur) es un acuerdo comercial regional entre Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, instaurado en 1991. A partir de 1995, la UE y el Mercosur firmaron un Acuerdo Marco Interregional de Cooperación, que entró en vigor en julio de 1999 y que establece el diálogo político y asuntos comerciales y de cooperación. El Documento de Estrategia Regional (DER) para el periodo 2007-2013 incluye una aportación de la UE de 50 millones de euros y tiene como objetivo apoyar resguardar el proceso de integración política, económica y social región. La UE ha realizado una importante contribución al proceso de paz y democratización en la región. Actualmente la cooperación con América Central se realiza en el contexto del Acuerdo Marco de Cooperación firmado en febrero de 1993 en San Salvador.

Cooperación española

La política española de cooperación para el desarrollo tiene básicamente su origen en la declaración contenida en el preámbulo de la Constitución de 1978, en la que la Nación española proclama su voluntad de colaborar en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.

Esa política de cooperación internacional para el desarrollo responde específicamente el mandato contenido en el preámbulo de la Constitución Española de contribuir en el fortalecimiento de unas relaciones pacíficas y de eficaz cooperación entre todos los pueblos de la Tierra.

España dejó de ser considerada en 1981 como país receptor de ayuda internacional y comenzó a aplicar esa política e ingresó a  Bancos Regionales de Desarrollo (Banco Interamericano, Banco Africano y Banco Asiático), complementados con la participación en organismos de carácter económico y financiero dedicados a la cooperación para el desarrollo, en particular los Fondos y Programas de la Unión Europea.

La política de cooperación internacional para el desarrollo tiene los siguientes objetivos:

a) Fomentar con recursos humanos y materiales el desarrollo de los países más desfavorecidos para que puedan alcanzar un crecimiento económico con un reparto más equitativo de los frutos del desarrollo, favoreciendo las condiciones para el logro de un desarrollo autosostenido a partir de las propias capacidades de los beneficiarios, propiciando una mejora en el nivel de vida de las poblaciones beneficiarias, en general, y de sus capas más necesitadas, en particular, y promoviendo mayores garantías de estabilidad y participación democrática en el marco del respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales de mujeres y hombres.

b) Contribuir a un mayor equilibrio en las relaciones políticas, estratégicas, económicas y comerciales, promoviendo así un marco de estabilidad y seguridad que garantice la paz internacional.

c) Prevenir y atender situaciones de emergencia mediante la prestación de acciones de ayuda humanitaria.

d) Favorecer la instauración y consolidación de los regímenes democráticos y el respeto de los derechos humanos y de las libertades fundamentales.

e) Impulsar las relaciones políticas, económicas y culturales con los países en vías de desarrollo, desde la coherencia con los principios y demás objetivos de la cooperación.

Para desarrollar esa política se elabora planes cuatri-anuales. El último plan ( 2018-2021) es el quinto desde que los planes se iniciaran en 2001, y responde al mandato fijado por la Ley 23/1998 de Cooperación Internacional para el Desarrollo (LCID). Define los objetivos y prioridades que orientarán la actuación de la Cooperación Española durante este período. Se trata del documento de planificación más importante que guía las intervenciones de la cooperación para el desarrollo en el exterior.


El V PD pretendió contribuir a la aplicación de la Agenda 2030 como nuevo compromiso y estrategia internacional para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), bajo su lema de no dejar a nadie atrás. El V PD  señala las líneas directrices sobre las que debe fundamentar su trabajo el conjunto de actores del sistema español de cooperación entre los que forman parte organismos de la administración pública como la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) o  la Fundación Internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas (FIIAPP), las Comunidades Autónomas y Entidades Locales (EELL), las ONGD, sindicatos, mundo empresarial o universidades, entre otros.

El Plan establece  los 17 ODS como sus propios Objetivos Estratégicos con sus 169 metas ODS de la Agenda.

En cuanto a las prioridades geográficas, el V PD se concentró esencialmente en América Latina, Magreb, África Occidental y Sahel. Para ello, se han definido tres categorías de países socios, dependiendo de su nivel de desarrollo, para establecer el tipo de cooperación que se llevará a cabo dependiendo de las particularidades de cada país. Estas tres categorías son: Países de Asociación Menos Avanzados, Países de Asociación de Renta Media y Países de Cooperación Avanzada.

En  Venezuela  continúa  la  tragedia humanitaria  sin  que  haya  avances significativos  en  la  resolución  de su grave  crisis  política  y  social  desde hace  años. No hay duda que España debe  reevaluar  su  estrategia  ante la falta de progresos y el evidente empeoramiento de las condiciones de vida en Venezuela..  Al  mismo  tiempo,  España debería  atender las  graves  y  urgentes  necesidades  de la  población,  como  el  desabastecimiento  alimentario,  la  falta  de  medicamentos  y  un   cada  vez  más exiguo  a  los  recursos  básicos  que  ha generado un éxodo de venezolanos como  nunca  se  había visto  en  la  región  —más de 6,5  millones  de  personas —,     obligando  a  los países  vecinos  a  hacer  extraordinarios esfuerzos  en  materia  de  acogida y atención de personas refugiadas. La UE  y  España  han  tratado  la  cuestión organizando una Conferencia de Donantes dirigida a los venezolanos. 

Situación política económica y social de Venezuela-

El World Justice Project ( WJP) en su edición 2020, según la cual Venezuela ocupa el último lugar entre 128 países (dos tercios de 194), evaluados en torno al Estado de Derecho en cada uno de ellos, una deshonrosa posición que nos retrotrae a etapas anteriores a la firma de la Carta Magna del siglo XIII.

El Índice de Estado de Derecho del WJP queda definido por cuatro principios universales: rendición de cuentas, leyes justas, gobierno abierto, mecanismos accesibles e imparciales para resolver disputas. Principios estos que el WJP desarrolla en ocho factores, tabulados en una escala de 0 a 1, donde 1 indica la máxima adhesión al Estado de Derecho. Según el WJP, la situación venezolana en materia de derechos se resume en estos datos sombríos: límites al poder gubernamental (0,17), ausencia de corrupción (0,31), gobierno abierto (0,28), derechos fundamentales (0,31), orden y seguridad (0,48), cumplimiento regulatorio (0,20), justicia civil (0,27) y justicia penal (0,13).

Así, Venezuela se ubica en el último puesto de la tabla, acompañada por Nicaragua (118), Bolivia (121), Egipto (125), Congo (126) y Camboya (127).

El Índice de Desarrollo Humano descendió en el 2021 a  0,711, colocándose en el puesto 113 de 189 países.

El PIB venezolano ha registrado un descenso constante por casi una década. La recuperación de 2015 fue prontamente perdida en los dos siguientes años.  El PIB venezolano ha seguido en descenso hasta 2021 cuando es 1542 dólares y solo aventaja a Haití en América Latina.

Durante años, Human Rights Watch ha documentado y expuesto la brutal arremetida contra opositores por el gobierno de Nicolás Maduro, la emergencia humanitaria en Venezuela y el éxodo de más de 5,6 millones de personas que esto ha provocado desde 2014.

Human Rights Watch fue la primera organización internacional de derechos humanos que expuso violaciones de los derechos a la alimentación y a la salud, producto de situaciones generalizadas de hambre y escasez de insumos médicos y medicinas en Venezuela

En 2018, mientras empeoraba la crisis humanitaria en Venezuela, Human Rights Watch informó sobre el éxodo masivo de más de 2,3 millones de venezolanos a países vecinos. En la actualidad, más de 6,5 millones de personas se han ido del país, lo cual representa la mayor crisis migratoria de este tipo en la historia reciente de América Latina.

Desde entonces, la ONU ha designado a un coordinador humanitario en Venezuela, ha lanzado un Plan de Respuesta Humanitaria y ha intentado obtener mayor financiación. En abril de 2021, tras un año de negociaciones, el Programa Mundial de Alimentos llegó a un acuerdo con las autoridades que responden a Maduro para implementar un programa asistencia en Venezuela que permitiría suministrar alimentos a niñas y niños vulnerables. 

Si bien las necesidades de los venezolanos aún superan con creces la cantidad de asistencia que llega al país, y los actores humanitarios continúan enfrentando riesgos imposibles para llevar a cabo su labor, en este momento está llegando más ayuda que nunca a Venezuela.

La naturaleza del régimen gubernamental ha sido puesta en evidencia, una vez más, por el informe del Comité de DDHH,  y el reciente Informe del grupo de expertos de la Misión Internacional  Independiente  de  las  Naciones  Unidas  y  de  los  informes  de  la  Unión Europea

. La llamada “ley antibloqueo”, aprobada por la denominada Asamblea Nacional Constituyente,  es  una  expresión  más  de  la  voluntad  del  gobierno  de  conducir  a  nuestro país por caminos distintos a la legalidad,  y así, dilapidar los recursos nacionales que son de  todos,  con  el  agravante, que  ahora  pretende  hacerse  de  forma  oculta  y  totalmente discrecional.

Observamos  con  dolor  cómo  grupos  de  venezolanos, vendiendo  sus  pocas pertenencias a precios de remate, emprenden largas caminatas desde diversas regiones para salir del país. Más que emigrar, huyen de un país que no les ofrece garantías de una vida digna. Además de sufrir los rigores del clima y del cansancio, son sometidos al menosprecio de algunos de sus  conciudadanos.

Hoy más que nunca se requiere de la cooperación internacional para reconstruir el país. Por ello todas las organizaciones en Venezuela deben establecer programas de cooperación aprovechando la calificada diáspora que se ha radicado en distintos países del mundo.

Conclusiones y recomendaciones

° La política exterior del país debe estar de acuerdo con los objetivos nacionales expresados en la constitución, en el plan de la nación y en el de ciencia, tecnología e innovación.

 · La mayoría de los componentes de la política exterior deberán constituir una política de Estado, es decir, que tenga el mayor apoyo de las fuerzas vivas de la nación.

° La cooperación internacional desde 1945 se ha desarrollado y crecido como un mecanismo útil de transferencia de conocimiento y financiamiento para los países en vías de desarrollo.

 · La cooperación internacional ha disminuido por las recesiones económicas y ha favorecido a otros países con menor PIB e IDH que el nuestro. Ahora que las situaciones  del país han cambiado, debería  aumentar.

° Es conveniente el desarrollo de proyectos en cooperación con otros países de la región y el aprovechamiento de la cooperación internacional con países más avanzados para el desarrollo de áreas de punta.

 · Para salir de país mono-productor debemos invertir más en CTI; además de hacerlo en el sector petrolero, debemos hacerlo en el sector agrícola, minero y manufacturero para poder ser competitivos internacionalmente y para ello es imprescindible la cooperación internacional.

· Las universidades, especialmente las autónomas, deben desarrollar programas de cooperación bilateral con universidades de alto nivel de países desarrollados.

° Mientras no haya un cambio radical del rumbo político, económico y social en Venezuela, la cooperación con Venezuela con la participación gubernamental nacional solo será posible de las Organismos Internacionales Humanitarias  y de los países afines políticamente.

° Hay que fomentar la cooperación internacional, sin la participación del gobierno nacional: entre Municipios, Universidades, Instituciones, Empresas y Organizaciones no Gubernamentales de Venezuela con las de otros países.

° Las Academias y las ONGs deben establecer programas que fomenten la cooperación internacional para ayudar a la reconstrucción de Venezuela.

° La diáspora venezolana debe organizarse en las ciudades importantes donde se radica para  fomentar la cooperación internacional, sobre todo la descentralizada y la temática.

° Los programas de cooperación que se formulen deben efectuarse, principalmente con la promoción y elaboración de proyectos como modalidad operativa efectiva de cooperación.

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