Luis Luján Cárdenas 20/03/2024 IAGUA
Alessandra Hidalgo Baca.
Con más de cien eventos en el ámbito nacional, la Autoridad Nacional del Agua (ANA) está celebrando el 22 de marzo el Día Mundial del Agua, que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha establecido desde hace 31 años, con el objetivo de que la humanidad tome conciencia del valor y la importancia del agua para la existencia y el desarrollo de las sociedades.
Este año el lema internacional es Agua para la paz, en el 2023 fue Acelerar el cambio, 2022 Agua subterránea – Haciendo visible lo invisible, 2021 Valoremos el agua, 2020 Agua y cambio climático, 2019 No dejar a nadie detrás, 2018 La respuesta está en la naturaleza, 2017 Aguas residuales, ¿Por qué desperdiciar agua?, 2016 Agua y trabajo, 2015 Agua y desarrollo sostenible y el 2014 Agua y energía. Nada sobre la mujer y el agua, en los últimos diez años.

Totalmente ignorada la equidad de género desde la más alta esfera del poder. ¿Qué podemos pedir, entonces, más abajo en la toma de decisiones? La mujer sigue siendo invisible global y localmente. Es el alto precio que las féminas deben pagar por vivir en una sociedad construida a medida de los hombres, como bien lo expresó Caroline Criado en La mujer invisible (2020), y lo confirmó ampliamente Viginie Despentes en La teoría de Kin Kong (2005).


Por esto, es meritorio que la ANA ―cual electroshock para reanimar a los tomadores de decisiones―, inició la Semana del Agua 2024 con el Encuentro Nacional “Agua y Género para la Prosperidad y la Paz”, con el lema Unidos por el Agua hacemos más, que reunió a un centenar de autoridades públicas y privadas, expertas en género, investigadoras y lideresas de distintos puntos del país, para analizar y debatir un problema álgido no solo en la gestión del agua y sus servicios ecosistémicos, sino en todo.
El encuentro organizado en alianza con la Cooperación Técnica Alemana (GIZ) inició con el discurso del jefe de la ANA, Alonzo Zapata, quien destacó la importancia de la mujer en la gestión integrada y sostenida de los recursos hídricos, más la disertación más aplaudida fue el de la Dra. Nicole Bernex, de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP), quien, contundentemente, dijo: “La mujer es forjadora de la seguridad hídrica, física, alimentaria, energética, social y económica de un país”. ¿Qué más decir?

Por su parte, Juan José Rodríguez, director de la GIZ sostuvo que el Perú enfrenta importantes retos asociados al abastecimiento de agua para las zonas urbanas, retos que se derivan de peligros y riesgos climáticos, ambientales, sociales, económicos y de gestión y gobernanza. “Se requiere una mirada integral más allá de los limites clásicos de la formulación y ejecución de los proyectos de infraestructura de agua y saneamiento”, manifestó.



La Semana del Agua con conferencias, convenios, ferias, caminatas, concursos, exposiciones artísticas y deportivas, juegos para niños y adultos, seminarios y pago al agua, culmina este 22 de marzo con dos eventos: el Foro “Agua para la Prosperidad y la Paz”, en la sede central de la ANA, que congregará a expertos del ámbito nacional e internacional, quienes abordarán el agua como elemento para la seguridad y convivencia armónica nacional; y, el espectáculo acuático el “Espejo del Agua”, en el Circuito Mágico del Agua, de Lima.

Espero que el próximo año Naciones Unidas conciencie sobre la igualdad de género, porque gestionar el agua y la vida en sociedad es cuestión de dos: hombre y mujer, con iguales deberes, derechos y responsabilidades, más si vivimos una crisis global que va desde la cultura hasta el medioambiente.