«El agua es la brecha social del cambio climático»

Juan Luis Pozo (Global Omnium): Director del Área de Sostenibilidad de Global Omnium/ Pablo González-Cebrián/ Fotos iAgua. Un contenido de:Alejandro Maceira. 06/05/2024. PUBLICADO EN IAGUA MAGAZINE 48
Juan Luis Pozo, Director del Área de Sostenibilidad de Global Omnium/ Pablo González-Cebrián/ Fotos iAgua.

El sector del agua en general, y Global Omnium en particular, se han consolidado como referentes en materia de sostenibilidad. Hablamos sobre ello, con Juan Luis Pozo, testigo de una transformación que “no ha sido un camino de rosas”, pero que no tiene vuelta atrás.

Juan Luis Pozo, Director del Área de Sostenibilidad de Global Omnium, acumula más de tres décadas de experiencia en el ámbito del agua y una trayectoria notable que incluye roles destacados en empresas líderes en la prestación de servicios de abastecimiento y saneamiento en España.

Considerado una de las mayores autoridades en materia de sostenibilidad en nuestro país, Juan Luis comparte en esta entrevista su visión sobre cómo la filosofía de Global Omnium ha evolucionado a lo largo del tiempo y cómo la empresa se ha convertido en un referente en la gestión responsable del recurso hídrico.

Hablamos con él sobre la importancia de la innovación y la tecnología en la mejora de la eficiencia hídrica, así como el compromiso de Global Omnium con proyectos que van más allá del propio ámbito del agua. Además, Juan Luis aborda los desafíos futuros que enfrenta este sector, desde la escasez de recursos hídricos hasta la necesidad de garantizar un acceso universal al agua.

Pregunta: Comencemos echando la vista atrás. ¿Cómo se ha ido desarrollando la filosofía de sostenibilidad en Global Omnium en los últimos años?

Mi compromiso con la sostenibilidad se basa en la transparencia y la claridad absoluta. Creamos, ya en el año 2016, el área de sostenibilidad como una iniciativa transversal, capaz de liderar un cambio significativo en la forma en que impulsamos la transparencia. Todas las empresas del sector del agua llevamos en nuestro ADN la sostenibilidad, porque gestionamos un recurso básico; sin embargo, el objetivo de Global Omnium era trascender la gestión eficiente del agua para convertirnos en un referente de sostenibilidad.

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Con la visión de liderar y marcar una diferencia, apostamos por posicionarnos en la vanguardia de lo que preveíamos sería el futuro en pocos años: el cumplimiento no solo de los aspectos ambientales, sino también de los sociales y de buen gobierno, lo que ahora conocemos como ESG (Environmental, Social, and Governance). He creído siempre que la sostenibilidad no debe considerarse solo como una obligación remunerada; va más allá de proclamar nuestra eficiencia hídrica. Se trata de evaluar y mejorar continuamente nuestro impacto en el entorno.

La transición hacia una cultura de sostenibilidad no ha sido un camino de rosas. La adopción de prácticas sostenibles se afianzó en la cultura organizacional cuando comenzaron a aplicarse medidas punitivas hacia la insostenibilidad. Hoy, la sostenibilidad es fundamental, ya que las finanzas verdes requieren que el director de sostenibilidad avale cualquier operación significativa con indicadores específicos, y la inacción en este ámbito se percibe socialmente inaceptable. A nosotros nos encontró preparados, porque estábamos adoptando proactivamente las prácticas necesarias.

P.- ¿Qué han aprendido durante estos años a través de la evolución que han tenido los servicios de agua en términos de eficiencia y sostenibilidad?

Fuimos pioneros en adoptar un enfoque disruptivo en la transformación completa del modelo de negocio hacia la digitalización. Esta decisión nos llevó a ser los primeros en implementar redes de telelectura en el área metropolitana de Valencia, anticipando que la eficiencia hídrica se convertiría en un requisito esencial, con penalizaciones para aquellos que no adoptaran este nuevo modelo.

  • Juan Luis Pozo, Director del Área de Sostenibilidad de Global Omnium/ Pablo González-Cebrián/ Fotos iAgua.Juan Luis Pozo, Director del Área de Sostenibilidad de Global Omnium/ Pablo González-Cebrián/ Fotos iAgua.

Estoy convencido de que, sin esta transformación digital, nos enfrentaríamos a una escasez de recursos hídricos y a situaciones de sequía comparables a las de otras regiones. Gracias a la digitalización, hemos mejorado nuestra eficiencia hídrica del 70% al 92%, una medida precisa y en tiempo real, posible gracias a la telelectura.

La incorporación de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, ha sido fundamental. Hemos sido innovadores en el uso de simulaciones en tiempo real y gemelos digitales para la gestión de la red hídrica de un área que abastece a 1,6 millones de personas. Sabemos dónde está cada gota de agua en cada momento. Esta capacidad nos permite monitorear cada una de ellas, gestionando eficazmente el recurso para prevenir y resolver rápidamente cualquier problema de suministro.

El aprendizaje ha sido ver que la tecnología ha aportado un infinito valor a la gestión del agua. Y por eso hemos redefinido nuestro modelo de la expansión internacional: en lugar de buscar concesiones tradicionales, hemos optado por vender nuestro conocimiento y tecnología.

«El objetivo de Global Omnium era trascender la gestión eficiente del agua para convertirnos en un referente de sostenibilidad»

Las interferencias para los ciudadanos se han reducido drásticamente. Anteriormente, cualquier incidente podía implicar largas obras en las calles, pero ahora, gracias a nuestra capacidad de regulación y mantenimiento en tiempo real, las intervenciones son mínimas y sin interrupciones en el servicio.

Así, esta transformación ha mejorado no solo la gestión del agua, sino también su experiencia cotidiana. El reto ha sido garantizar que, al abrir el grifo, el agua fluya en calidad y cantidad suficientes, sin que el consumidor perciba los complejos procesos detrás de esta simplicidad. Y, tras esto, está la buenísima gestión de las operadoras del sector del agua.

P.- Este conocimiento que habéis ido adquiriendo en el sector del agua os ha servido para extrapolarlo a otras áreas. ¿Cómo surge esa idea y hacia dónde os dirigís?

«Fuimos pioneros en adoptar un enfoque disruptivo en la transformación completa del modelo de negocio hacia la digitalización»

Como organización que ha apostado por la tecnología, hemos visto cómo se pueden mejorar los procesos. Esta inquietud y pensamiento crítico nos han llevado a aplicar soluciones de una manera a otra, facilitando la transferencia de conocimiento. Por ejemplo, hemos sido proactivos en la gestión de activos y en el análisis del ciclo de vida de las infraestructuras.

Nos dimos cuenta de que uno de los grandes retos en la lucha contra el cambio climático es la necesidad de comprender la resiliencia de las infraestructuras urbanas. Nos enfocamos en la gestión de riesgos de estas infraestructuras frente a diversos escenarios de cambio climático, y en determinar cuándo el ciclo de vida de una infraestructura podría verse comprometido por no adaptarse a las nuevas condiciones. Así, empezamos a aplicar nuestra tecnología para asistir a las ciudades en sus planes de adaptación al cambio climático, evaluando la resiliencia de sus infraestructuras y las inversiones necesarias para los próximos años.

Juan Luis Pozo, Director del Área de Sostenibilidad de Global Omnium/ Pablo González-Cebrián/ Fotos iAgua.

Este enfoque también se aplicó a la huella de carbono. En 2016, elaboramos una herramienta que creíamos que era magnífica. Sin embargo, la primera auditoría de la huella de carbono reveló la necesidad de una plataforma más avanzada. Así que desarrollamos una solución tecnológica que, basada en inteligencia artificial, permitía analizar escenarios complejos para la descarbonización.

Esta plataforma nos ayudó a lograr que Valencia se convirtiera en la primera ciudad del mundo en calcular y certificar oficialmente la huella de carbono del turismo. El aprendizaje que hemos transferido es el de ver que la tecnología nos permite hacer las cosas de una manera muchísimo más eficiente a como las hacíamos tradicionalmente.

P.- En este ámbito, me gustaría que nos hablara de GO2. ¿Cómo funciona esta herramienta y qué resultados han ido obteniendo en su implementación hasta ahora?

«Uno de los grandes retos en la lucha contra el cambio climático es la necesidad de comprender la resiliencia de las infraestructuras»

GO2 es la herramienta a la que me refería. Tradicionalmente, el cálculo de la huella de carbono se basaba en métodos indirectos, utilizando factores de emisión estándar y datos primarios de actividad para establecer una relación. Sin embargo, sentí la necesidad de una herramienta que permitiera desglosar cualquier actividad hasta el mínimo detalle para generar nuestros propios factores de emisión, con una certificación completa desde su origen.

La tarea de desglosar manualmente estas actividades es inviable, pero GO2 cambia el juego al permitirnos seleccionar cualquier actividad y descomponerla en todos sus componentes fundamentales. Esta herramienta no solo facilita un desglose detallado de las actividades, sino que también define factores de emisión personalizados. Con ella, podemos abordar cálculos complejos, como el de una ciudad entera, incluyendo la huella de carbono de los hoteles o incluso de grandes eventos deportivos, los cuales hemos calculado y certificado exitosamente.

Juan Luis Pozo, Director del Área de Sostenibilidad de Global Omnium/ Pablo González-Cebrián/ Fotos iAgua.

GO2 integra datos de diversas fuentes, permitiendo una atomización y construcción detallada de factores de emisión específicos para cada actividad. Su potencia se asemeja a la de resolver un puzle con 1.800 piezas posibles, que se refinan a 300 tras agregar datos específicos, culminando en el cálculo y certificación del factor de emisión propio. Esta capacidad ha sido clave en el éxito de nuestra herramienta, permitiéndonos calcular la huella de carbono en una amplia gama de escenarios.

P.- Otro ámbito en el que sé que está trabajando mucho Global Omnium es el de la huella hídrica.

«Si queremos ser coherentes con nuestro entorno, debemos convertir nuestro impacto negativo en positivo»

Utilizamos también la plataforma GO2 para este propósito. Considero que la huella hídrica es incluso más importante que la de carbono, principalmente porque está malinterpretada. La percepción general es que se mide el consumo de recursos hídricos, pero este enfoque omite la complejidad de las huellas verde, gris y azul. A menudo, los esfuerzos por ser eficientes en el uso del agua pueden llevar a soluciones desproporcionadas si no se considera el impacto total de una actividad.

Por ejemplo, una actividad que parece tener una huella hídrica mínima podría en realidad no ser tan sostenible si se consideran todos los factores implicados. Este concepto es fundamental, especialmente en países como España, donde el estrés hídrico es un problema crónico. Es vital que todas las actividades se realicen con un consumo responsable de recursos hídricos.

Un caso que ilustra este punto es el de un club deportivo de primera división que destacaba por su eficiencia hídrica debido a la optimización del riego de su campo. Sin embargo, al analizar toda la cadena de suministro, se descubrió que los proveedores del club, en aspectos tan simples como la decoración del estadio, consumían un 800% más recursos hídricos de lo que el club ahorraba en el riego. Al no considerar la huella hídrica de forma integral y centrarse únicamente en una parte de la operación, no se promueve una verdadera concienciación ni se apoya la sostenibilidad en el entorno.

Juan Luis Pozo, Director del Área de Sostenibilidad de Global Omnium/ Pablo González-Cebrián/ Fotos iAgua.

La huella hídrica ofrece una oportunidad para concienciar sobre la necesidad de reducir el consumo de agua en todas las actividades. Al reducir nuestra huella hídrica, obligamos a toda nuestra cadena de valor a utilizar los recursos hídricos de manera más eficiente. Certificar nuestra huella hídrica de manera integral nos permite incorporar todos los aspectos de nuestras operaciones y cadenas de suministro. No es suficiente que solo nosotros seamos eficientes en la gestión del agua; todo nuestro entorno debe participar porque los recursos hídricos son compartidos, y es crucial sensibilizar sobre la importancia de una gestión eficiente del agua.

P.- ¿Cómo están abordando no solo el cálculo del impacto, sino también la adaptación al cambio climático y, específicamente, con proyectos como HortiGO2, que se vincula al sector del regadío?

«El futuro exige que aportemos tecnología y usemos la inteligencia artificial para mejorar la eficiencia hídrica en todos los sectores»

Nuestra incursión en la consultoría acompaña a la necesidad de asistir a los municipios en su adaptación al cambio climático, aprovechando tanto el conocimiento como la tecnología que hemos desarrollado. Siempre hemos enfatizado que el primer paso es evaluar y medir el impacto, para luego trabajar en su reversión. Creemos que es esencial compensar las huellas de carbono e hídrica en el mismo entorno afectado. Por ejemplo, en un evento organizado en Valencia en colaboración con el Ayuntamiento, calculamos y compensamos su huella de carbono utilizando la agricultura sostenible como método de absorción de carbono.

Actualmente, gestionamos 180.000 hectáreas donde los agricultores nos han otorgado su confianza para implementar un enfoque innovador, más allá de la simple certificación de créditos de carbono. Nuestro enfoque se centra en demostrar la realidad del balance positivo que tiene la agricultura. Utilizando la herramienta hortiGO2, calculamos las emisiones de los agricultores y, hemos evolucionado e implementado tecnológicamente una metodología a partir de un modelo desarrollado por el CSIC, para medir científicamente la capacidad de absorción real de los cultivos. Esto nos permite certificar un balance positivo de carbono, que luego utilizamos para compensar las emisiones de grandes eventos.

El principio rector es que cualquier impacto negativo generado localmente debe ser compensado en el mismo entorno, contribuyendo así al bienestar ambiental. Esta estrategia no solo permite continuar con las actividades económicas necesarias para financiar impactos positivos, sino que también promueve la agricultura sostenible y aborda el problema del abandono rural, que paradójicamente, contribuye al aumento de las emisiones de carbono.

«Considero que la huella hídrica es incluso más importante que la de carbono, principalmente porque está mal interpretada»

Por lo tanto, estamos contribuyendo a evitar el abandono del mundo rural, asegurando su progreso y, al mismo tiempo, nos comprometemos como organización a generar un impacto positivo.

Este es precisamente el propósito de HortiGO2: revertir el impacto positivo. La actividad económica es esencial; todas las empresas, especialmente las gestoras de agua, estamos dedicadas a optimizar nuestra labor. Sin embargo, la viabilidad económica de estas actividades es lo que permite la realización de proyectos con impacto positivo. Si queremos ser coherentes con nuestro entorno, debemos convertir nuestro impacto negativo en positivo.

P.- ¿Dónde estáis viendo una mejor respuesta y aplicabilidad de todas estas herramientas y metodologías?

«Debemos liderar con el ejemplo en gestión eficiente y reutilización del agua, minimizando el consumo en las actividades industriales»

En el ámbito deportivo, porque es la imagen para todos los chavales. Resalto una anécdota de la cumbre del clima COP26 en Glasgow. Durante una charla en el pabellón de Estados Unidos, el principal responsable del cambio climático nombrado por Biden en el Senado, destacó una encuesta realizada por una reconocida consultora a solicitud del Gobierno de Estados Unidos. Esta encuesta reveló que los jóvenes de ocho a dieciocho años tienen una conciencia sobre el cambio climático un 400% superior a la de sus padres, lo que implica un desafío futuro para las empresas en cuanto a las expectativas de sus futuros clientes.

El deporte, siendo un modelo a seguir, tiene la responsabilidad de liderar en sostenibilidad, más aún en eventos deportivos, ahora exigidos por la Unión Europea, a ser sostenibles para recibir patrocinio. Aunque inicialmente algunas acciones sostenibles pudieron ser superficiales, la tendencia está cambiando hacia compromisos más auténticos.

Juan Luis Pozo, Director del Área de Sostenibilidad de Global Omnium/ Pablo González-Cebrián/ Fotos iAgua.

En este contexto, nos involucramos en el mundo deportivo, alcanzando un hito durante la pandemia en 2020 al calcular y certificar la huella de carbono e hídrica del turismo en Valencia, transformando a la ciudad en un referente mundial en sostenibilidad turística. Este éxito nos llevó a aplicar un enfoque de neutralidad de carbono basado en la suma de acciones individuales neutras, extendiendo este modelo a eventos deportivos, lo que generó una gran recepción y posicionó a estos eventos a la vanguardia tanto a nivel nacional como internacional.

Nuestra experiencia con el Trofeo Conde de Godó, donde calculamos y certificamos su huella de carbono, sirvió de ejemplo para otros torneos ATP a nivel mundial, demostrando que la sostenibilidad es factible y valiosa para los patrocinadores.

«Nuestro objetivo como organización, y mi convicción personal, es que debemos asegurar que nadie tenga que desplazarse por falta de agua»

Además, hemos extendido nuestra consultoría a sectores menos comprendidos socialmente, pero esenciales, como la minería, vital para la transición energética. En la COP28 en Dubái, la minería fue reconocida como una necesidad urgente para obtener los minerales requeridos para 2030. Nuestro enfoque en proyectos mineros sostenibles, como es el proyecto IBW de Emerita Resources, busca garantizar la sostenibilidad desde el inicio, aplicando tecnologías avanzadas para la gestión ambiental, como plantas de ultrafiltración para asegurar un vertido cero.

Este compromiso con la sostenibilidad en diversos campos refleja nuestro objetivo de impulsar proyectos que no solo cumplan con los requisitos de sostenibilidad, sino que también contribuyan positivamente al entorno social, demostrando que las prácticas responsables pueden y deben ser la norma en todas las industrias.

P.- Mirando hacia el futuro, ¿cuáles considera que serán los principales desafíos a los que nos enfrentamos?

Sin duda, el agua será un tema central. Hace dos años, afirmaba que el agua es el ‘gap social’ en la lucha contra la emergencia climática. Esta idea ha ganado relevancia, especialmente ahora que la ONU vincula la paz mundial con el acceso al agua, reconociendo el creciente conflicto que representa.

El cambio climático amplía la brecha social precisamente a través del agua. La garantía de acceso universal al agua es un desafío cada vez mayor. Como sector, nuestro deber es implementar tecnología que prevenga el desperdicio de agua. Aunque todas las empresas de España son referentes mundiales en la gestión adecuada de los recursos hídricos, tenemos que ir más allá, especialmente en el ámbito del saneamiento, donde la reutilización y la eficiencia del agua deben ser priorizadas desde el tratamiento hasta las redes de distribución.

Juan Luis Pozo, Director del Área de Sostenibilidad de Global Omnium/ Pablo González-Cebrián/ Fotos iAgua.

El agua es esencial para la vida en nuestro ‘planeta azul’, y aunque la exploración espacial busca alternativas, la realidad es que aquí enfrentamos una creciente dificultad para acceder a los recursos hídricos. Como profesionales, debemos liderar con el ejemplo en la gestión eficiente y la reutilización del agua, minimizando el consumo en todas las actividades industriales. Promovemos un menor consumo no por deseo, sino por necesidad: sin agua, no hay futuro.

Nuestro gran desafío es mejorar la gestión de los recursos hídricos para asegurar el acceso universal. Sin esto, las grandes migraciones del futuro serán provocadas por la escasez de agua. La desertificación y el abandono de las zonas rurales son síntomas de la disminución de los recursos hídricos, lo que podría llevar a crisis migratorias incluso en países desarrollados como España.

El futuro exige que aportemos tecnología y usemos la inteligencia artificial para mejorar la eficiencia hídrica en todos los sectores, no solo a nivel local sino también global. Nuestro objetivo como organización, y mi convicción personal, es que debemos asegurar que nadie tenga que desplazarse por falta de agua. En las cumbres del clima, defendemos esta posición: el agua es la brecha social del cambio climático y abordar su gestión sostenible es uno de los retos más críticos que enfrentamos.

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