David Gonzalez et al. 27 de marzo de 2025| Informe. McKinsey

Para afrontar los desafíos de la resiliencia hídrica es necesario repensar los sistemas, una planificación a largo plazo y una acción colectiva audaz.
El agua es vida. Sostiene los ecosistemas, impulsa las empresas y las economías, y nutre a las comunidades. Sin embargo, el ciclo hídrico de nuestro planeta está desequilibrado. El cambio climático, el crecimiento demográfico y la demanda industrial están llevando los sistemas hídricos al límite. Desde sequías devastadoras hasta inundaciones catastróficas, los desafíos hídricos afectan a miles de millones de personas y amenazan el bienestar de las generaciones futuras y la sostenibilidad de las empresas.
En medio de esta crisis urgente, hay esperanza: una oportunidad de reimaginar la forma en que se financia y gobierna el agua, catalizar soluciones innovadoras e inspirar la acción colectiva para garantizar que el agua de alta calidad sea accesible y esté disponible para todos.
Este informe exige un enfoque transformador de la resiliencia hídrica.1Se destaca el papel vital de la colaboración público-privada y las alianzas intersectoriales para afrontar los desafíos emergentes. El agua no es solo un insumo operativo; también es un pilar fundamental de la estabilidad global, el desarrollo sostenible y la resiliencia de las empresas. Garantizar su futuro exige acciones audaces hoy.
En este informe se describen cinco vías viables para adoptar un enfoque sistémico del agua y restablecer la estabilidad del ciclo del agua:
- La valoración holística del agua a través de una mejor comprensión y reflexión del valor, el precio y el costo del agua es clave para fomentar iniciativas e incentivos para la circularidad, así como para un mejor uso y tratamiento de los ecosistemas de agua dulce.
- Los mecanismos de financiamiento adecuados, implementados desde diversas fuentes a lo largo de las etapas del proyecto para movilizar capital, son esenciales para potenciar el agua neta cero circular, reinventar el uso del agua y proteger los ecosistemas.
- Las alianzas precompetitivas sostenidas a nivel de cuenca y los enfoques colaborativos permiten adoptar un enfoque holístico a nivel de todo el sistema para reinventar el uso del agua.
- Los enfoques de gobernanza adaptativa del agua garantizan la resiliencia en tiempos de incertidumbre a través de políticas ágiles y coordinadas, al tiempo que proporcionan los mecanismos de incentivo necesarios para una acción sistémica en todas las escalas del agua.
- Un nexo colaborativo entre políticas e innovación fomenta políticas en sintonía con las necesidades de innovación y el progreso, lo que constituye un catalizador para desarrollar e implementar soluciones hídricas a gran escala.
Al asumir el ecosistema hídrico como una responsabilidad compartida entre empresas, gobiernos y la sociedad, las partes interesadas pueden trabajar juntas para transformar los desafíos en oportunidades y crear un legado de resiliencia, equidad y abundancia del agua para un futuro en el que cada gota cuente.
Acerca del autor(es)
David González es socio principal de la oficina de McKinsey en Madrid, y Yannig Gourmelon es socio de la oficina de París, donde Anna Lazzarin es experta en conocimiento. Braulio Eduardo Morera es el responsable de soluciones de resiliencia, Jean-Philippe Salcedo Villanueva es el responsable del programa de economía del agua dulce y los servicios ecosistémicos, y Tania Strauss es la responsable de alimentos y agua en el Foro Económico Mundial. Gim Huay Neo es el director general y director del Centro para la Naturaleza y el Clima del Foro Económico Mundial.
Los autores desean agradecer a Alejandro Paniagua Rojas, Fizza Rahman, Haley Campbell, Konstantina Vidou, Lorenzo Casalini, Pepe Puchol-Salort, Rishab Jain y Sarah Brody por sus contribuciones a este informe.