- Escrito por Valeria Montjoy. Publicado el 05 de marzo de 2024 Arch Daily

Para la mayoría de las personas, la vida moderna requiere pasar la mayor parte del día en espacios interiores; de hecho, según un informe de la Agencia de Protección Ambiental, la persona promedio pasa alrededor del 90% de su vida en interiores. Como resultado, esto implica perderse los beneficios para la salud asociados con la exposición al sol, como la absorción de vitamina D, la regulación de los ritmos circadianos, mayores niveles de energía e incluso una mejora del estado de ánimo. Así, una opción es aumentar la cantidad de tiempo que pasamos al aire libre. Pero como la mayoría de las funciones diarias se llevan a cabo dentro de los edificios, es crucial incorporar y priorizar la iluminación natural en los interiores.
Por supuesto, una penetración excesiva de la luz solar directa también puede provocar efectos perjudiciales –como molestias visuales y ganancias de calor indeseables–, por lo que es fundamental controlar adecuadamente su entrada. Para hacerlo, algunas soluciones convencionales incluyen instalar dispositivos de sombreado o agregar tratamientos a las ventanas, como películas o acristalamientos reflectantes del calor. Sin embargo, existen muchas otras estrategias creativas para controlar eficientemente la luz natural y, al mismo tiempo, realzar la arquitectura de los espacios modernos, añadiendo un fuerte valor estético y emocional.

Con esto en mente, a continuación presentamos algunas formas hermosas de utilizar la luz natural como una fuerte declaración de diseño manteniendo la comodidad y la funcionalidad. Desde un efecto dramático focal hasta patrones únicos o un brillo sutil, exploramos esto a través de un resumen de ejemplos inspiradores donde la luz es la protagonista.
Puntos focales dramáticos
De las muchas formas de gestionar la luz natural como elemento de diseño, los tragaluces llaman instantáneamente la atención de los usuarios. Inspiradas en aberturas famosas como la del Panteón, tienen un fuerte significado simbólico y son muy útiles en espacios grandes que no pueden ser iluminados adecuadamente por las ventanas, creando un espectacular efecto de punto focal o una agradable luz filtrada. Sin embargo, antes de añadir un tragaluz, hay algunos puntos clave a tener en cuenta.

Entre ellos, es importante considerar el tamaño de la habitación y su finalidad; por ejemplo, los espacios para actividades cotidianas como leer o comer se benefician de la luz natural extra directa, pero los espacios más íntimos como los dormitorios pueden no requerir luz focalizada (no obstante, podrían incluir tragaluces más pequeños que admitan luz difusa). Otro factor crucial es la orientación: mientras que una claraboya orientada al oeste recibirá un fuerte sol por la tarde, una orientada al este recibirá más luz por la mañana. De manera similar, mirar hacia el norte proporcionará luz constante durante todo el día, mientras que mirar hacia el sur dará como resultado una penetración de luz diurna más débil y fría.
Una vez determinada la ubicación óptima, quedan muchas posibilidades creativas por explorar. Por lo general, en forma de círculos, cuadrados o formas más orgánicas, los tragaluces ciertamente se convierten en una declaración de diseño sorprendente en cualquier habitación, contribuyendo a la estética general y al mismo tiempo enmarcando la entrada de luz y las vistas del cielo. Sin embargo, estos deben incluir un sellado hermético y utilizar vidrio con un rendimiento térmico adecuado para evitar el sobrecalentamiento, impedir la infiltración de agua y garantizar la eficiencia.





Formas y patrones definidos.
Ya sea a través de paredes perforadas, celosías o varias aberturas en los techos, las intrincadas y repetitivas entradas de luz son eficaces para filtrar la luz solar, proporcionar confort térmico y ofrecer ventilación natural. Pero para lograr el equilibrio adecuado entre funcionalidad, comodidad y estética, es fundamental considerar primero ciertos factores.

Al igual que con los tragaluces, determinar la orientación óptima para el efecto deseado es clave, ya que puede determinar el movimiento y la intensidad de la luz y las sombras. Además, la adición de una superficie filtrante (como un panel de vidrio) debe evaluarse según el uso y tipo de habitación. Por ejemplo, mientras que los pasillos o espacios colectivos pueden funcionar con aberturas que conectan directamente con el exterior, la mayoría de los entornos privados suelen requerir vidrio colocado entre las aberturas y el interior por razones térmicas, de privacidad y de seguridad.
Una vez definidas estas condiciones, existen infinitas opciones creativas en cuanto a técnica y materiales: desde paneles de madera intrincadamente perforados con tecnología láser CNC , hasta vigas expuestas que proporcionan una secuencia lineal rítmica de patrones de luces y sombras. Independientemente de la técnica, estas aberturas repetitivas controlan la abundante luz natural al tiempo que proyectan formas distintivas y fuertemente definidas, actuando así como efecto de iluminación, ya que sólo se resaltan la luz y las sombras, creando una especie de impacto teatral. Por lo tanto, hacen una declaración al agregar dimensión, decoración y movimiento únicos a superficies que de otra manera serían sencillas, otorgando a la luz natural su propio valor estético como un poderoso elemento de diseño.







Efecto cálido y difuso
Cuando se busca reducir la intensidad de la luz natural y crear un ambiente cálido y confortable, filtrar la luz de manera uniforme en toda la superficie es la solución ideal, especialmente en edificios donde la transparencia visual no es un requisito esencial. Desde paneles de vidrio lechoso hasta una amplia gama de telas, este aspecto se puede lograr a través de diversos materiales. Pero antes de realizar la selección es necesario estudiar detalladamente la orientación y uso del edificio, la configuración de los espacios interiores y el estilo deseado.

Por ejemplo, mezclar canales de vidrio texturizado con otros más transparentes en el mismo marco es ideal para delimitar perfectamente espacios con distintos niveles de privacidad. Por otro lado, las mamparas de tela funcionan bien para regular la luz y al mismo tiempo mantener un entorno compartido en un espacio de trabajo colaborativo. A veces, complementados con luz artificial, ambos materiales pueden lograr un efecto de brillo sutilmente brumoso en paredes enteras o tragaluces.
Por lo tanto, utilizar estas superficies filtrantes como revestimiento de fachadas puede ser una forma única y elegante de transformar la abundante luz solar directa en un brillo difuso visualmente atractivo. A diferencia de la luz focalizada, esto crea ambientes serenos y calmantes, siendo ideal para ambientes contemplativos o espacios de exposición. Pero dependiendo del nivel de translucidez, el efecto también puede ser bastante dinámico, reduciendo a personas y objetos a siluetas abstractas en movimiento con diferentes intensidades. De esta manera, la luz natural se gestiona de manera eficiente y creativa agregando capas de brillo, movimiento y ambigüedad sutiles.




