La melancolía es inevitable

Jordi Pérez Colomé, 4 de abril de 2025, EL PAÍS Tecnología.

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Imágenes generadas con inteligencia artificial e inspiradas en el estudio Ghibli, publicadas en las redes de La Casa Blanca, el Ejército de Israel y el Gobierno de la India.

La semana pasada publicó un tema sobre “escribir código con lenguaje natural”. Es decir, programar directamente en español o inglés, sin saber lenguajes informáticos, gracias a la IA. Como otras cosas con la IA, era una opción remota y difícil, que se oía desde hace tiempo y parecía imposible. Con el tiempo, y hablando con programadores, ya parece posible.‌

Y lo conté en el periódico, que para eso sirve: para contar cosas nuevas. Días después me escribió una periodista que trabaja en una organización con varios programadores: “La que has liado en nuestro equipo de tecnología con tu artículo sobre el código y los programadores, madreeee”, me dijo.‌

No parecían muy contentos: «Te puedo mandar un mail con dos páginas de reacciones, vamos. Todas muy fundamentadas. Vamos a tener hasta una sesión de debate/formación interna a raíz del artículo». Es maravilloso que un artículo provoque debate y formación. La posición de estos programadores era que la IA hacía muchas cosas, pero para programar le faltaba aún: «Lo que dicen es que hay un interés de las big tech para abaratar salarios de programadores que igual ahora cobran 100.000 dólares. Creen que la IA ayuda sobre todo si tienes capacidad para detectar errores. Si no los ves, pues no», me dijo.‌

Es decir, la IA hace casi todo, pero no todo lo que hace un humano programador. En estos dos años y medio que llevamos con ChatGPT es algo que oigo a menudo: la IA hace cosas increíbles, pero no TODAS las cosas increíbles que hacemos los humanos. Para ser honesto, es algo que me digo yo mismo también.‌

Estamos los humanos bastante en el diván con este tema. Me encanta y me repito este mensaje melancólico de Tyler Cowen, un profesor y podcaster célebre: «He acabado por no fiarme del todo de la gente que no está al menos un poco desmoralizada por algunos de los avances más recientes en IA».‌

En mi whatsapp tengo a veces sesiones de terapia que nos damos entre conocidos del sector. Esto me dijo un programador joven que trabaja (y muy bien) en el sector:‌


Veo a la gente cada vez más entretenida con poca concentración, perdida, buscando todo el rato qué ser y con poca especialización y aprendizaje. Antes con 10 años o 15 años ya eras aprendiz de un mentor y ni te planteabas ser otra cosa en la vida e invertías y tenías constancia en tener maestría en algo: sembrar fresas, cambiar tuberías, vender camisetas. Se ha acelerado un montón esta percepción en los últimos meses eh. Misma gente con la que hablo el año pasado estaban en plan haremos todos copilotos con IA de nuestro software y ahora todos están pensando si el software que hacen tendrá sentido, si directamente será reemplazado por un chat.

Ahora son los informáticos, pero antes fueron ilustradores, traductores o escritores. Es gente que lleva años afinando su oficio y ahora ven que una parte de esa construcción se derrumba. Es difícil pensar que alguien se librará de todo. Esta semana se ha sabido que Apple prepara un doctor con IA. Los médicos, como otras autoridades, no pasan por su mejor época: la atención y resultados que puede dar un “doctor IA” puede resolver muchas dolencias menores.‌

El servicio de Apple ofrecerá recomendaciones de salud personalizadas e incluirá funciones como el seguimiento de alimentos y el análisis de entrenamientos. Podría llegar en 2026. No es nada increíble, es solo otro ejemplo, otro oficio que añadir a esa melancolía.‌


Cada cual recorre su proceso personal de duelo. Una prueba de que es inexorable es que es difícil encontrar a alguien que haya usado alguna IA y no le encuentre utilidad. Es difícil saber con certeza cómo acabará siendo el futuro pero es absurdo ahora pensar que la IA no tendrá un papel gordo.‌

Cada día hay cosas que pueden tener impacto. Esta semana Anthropic ha lanzado su «Claude para la educación». Google ha sacado su nuevo modelo aún mejor de Gemini. OpenAI ha hecho la mayor ronda de financiación de una empresa privada tecnológica. Miles de personas le preguntan cosas a Grok en X para demostrar que saben más que la IA (el resultado suele ser el contrario).‌

Es probable que, según tu edad, veas estos cambios y pienses: bueno, a mí igual ya no me toca. Es una manera melancólica de mirarlo. Yo también caigo a menudo en ese pecadillo. Y vete un sable. La incertidumbre del futuro es impresionante. Miramos por la ventana y el mundo no es tan distinto. Eso nos consuela, al menos a mí. Pero es inevitablemente melancólico.

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