Robert Bryce, 2 de junio de 2025, Newgeography.
Hay una gran diferencia entre política y políticas públicas. Hacer política —dar discursos, dar entrevistas de televisión y redactar temas de debate— es pan comido. En cambio, la política es donde los sueños se desvanecen, sobre todo en materia de energía.
En los últimos días, la política y las políticas en torno a la energía nuclear han cambiado más rápido que en cualquier otro período de la era post-Chernóbil. A continuación, algunos ejemplos:
Alemania, el símbolo mundial de la lucha contra la energía nuclear desde hace mucho tiempo, acaba de dar un giro radical. Bajo la dirección de su nuevo canciller, Friedrich Merz, Alemania cooperará con Francia y tratará la energía nuclear como una fuente de energía «verde» según las regulaciones de la UE. Esta decisión se produce tan solo 25 meses después de que Alemania desconectara sus últimas tres centrales nucleares. Como declaró un funcionario alemán, esta medida supone un «cambio radical de política». El anuncio de Berlín se produjo apenas días después de que el Parlamento federal belga votara por gran mayoría para derogar una ley de 2003 que ordenaba la eliminación gradual de la energía nuclear y prohibía la construcción de nuevos reactores.
La semana pasada, el gobierno danés anunció que estaba reconsiderando su prohibición de la energía nuclear , vigente desde 1985. El ex primer ministro del país, Anders Fogh Rasmussen, declaró al Financial Times : «La energía eólica y solar son buenas siempre que haya viento y sol. Pero es necesario contar con una base energética no fósil, y es absurdo excluir la energía nuclear».
El 13 de mayo, la gobernadora de Massachusetts, Maura Healey (demócrata), anunció un plan para revocar una ley estatal aprobada por los votantes en 1982. La administración de Healey señala un informe reciente de ISO New England, que encontró que la energía nuclear puede reducir las emisiones de manera más barata que la eólica y la solar (¡Caramba, quién lo hubiera pensado!). Además, la medida llega en un momento en que la energía eólica marina, que hace unos meses era la favorita de los demócratas de la Costa Este, se está hundiendo lentamente bajo el peso de las realidades del mercado y los vientos políticos en contra .
En marzo, el gobernador demócrata de Colorado, Jared Polis, promulgó una ley que permite que la energía nuclear se considere un recurso «limpio» para cumplir con los mandatos de descarbonización del estado. Como señalaron el mes pasado los grandes de la energía, Isaac Orr y Mitch Rolling, Polis firmó la ley a pesar de su promesa de campaña de 2019 de gobernar el estado únicamente con energía eólica, solar, baterías y un poco de polvo mágico.
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