España se encuentra en una transición para recuperar el dinamismo económico luego de la caída del PIB en 2020, por distintas razones, pero las más destacada, el impacto de la COVID 19 sobre el sector del turismo y los servicios.
Esta en marcha el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) mediante el cual se inyectarán 140.000 millones de Euros, en cambios fundamentales como la digitalización española y su efecto en la producción y la productividad. Todo dependerá de la efectividad con la cual dichos fondos muevan iniciativas que además de procurar una economía más amigable con el ambiente, genere un impacto sobre la productividad, la rentabilidad, los ingresos de la población y el consumo.
El capital humano profesional de origen venezolano activo en España representa un activo importante, pues no tuvo costos de generación, y sus capacidades y competencias inciden en la producción y la productividad. Pero la tasa de aprovechamiento de tal recurso puede elevarse de manera considerable en tanto y cuanto, cada profesional pueda aportar sus conocimientos y talentos en las actividades productivas correspondientes.
La Comisión Académica España de ANIH declara que al menos 5.500 ingenieros o afines ingresaron a la oferta laboral en los últimos años. No obstante, casi un 30% se encuentra cesante y tal vez lo más grave, es que cerca de 4 mil profesionales de alto nivel de formación, se desempeñan en labores dignas pero que no requieren de sus capacidades profesionales, con lo cual se produce un doble efecto negativo, pues la capacidad ociosa de ingeniería representa una pérdida de ingresos para el profesional, una merma en la riqueza que se pudiese generar y por añadidura una disminución en los ingresos fiscales, de magnitud considerable.
Una revisión de las cifras preliminares del desempeño de los titulados universitarios venezolanos, muestra que anualmente crean riqueza por 500 millones de euros, aportan a la seguridad social, 19 millones de Euros y contribuyen al fisco con más de 25 millones de la moneda europea y generan encadenamiento productivos que significan 2.200 millones de euros
Si tales personas se ocuparan en su ejercicio profesional de crear riqueza, el impacto económico sería mucho mayor, pues la riqueza creada podría llegar a 1.300 millones de euros 2.5 veces más que los aportes actuales, el fisco ganaría en ingresos fiscales por más de 86 millones de euros y el impacto indirecto sobre la economía podría alcanzar una cifra cercana a los 7.000 millones de euros. Tales estimaciones muestran la magnitud de la pérdida de riqueza en la economía de nuestro país de vida y actividad.
Esta es una de las grandes tareas de AHVIA: promover el aumento del ejercicio profesional, darle valor a la ingeniería y contribuir generosamente a la creación de riqueza y bienestar para todos los habitantes de este gran país.
Este cambio no será inmediato, requiere ajustes legales que habiliten el ejercicio profesional y el desarrollo de emprendimientos para que la inversión pública gotee hacia todo el territorio y todos los estratos sociales.